Nueva dinámica bilateral hacia un comercio más seguro y competitivo
En un encuentro de alto nivel celebrado este lunes, los gobiernos de Estados Unidos y México dieron un paso importante hacia la reconsolidación de sus lazos agroalimentarios al discutir los desafíos sanitarios y comerciales que enfrentan ambos países.
Avances y acuerdos
La visita de la secretaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), Brooke Rollins, a las instalaciones del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) en México permitió evaluar los avances de la campaña conjunta para combatir el llamado “gusano barrenador del ganado”. Durante la reunión se revisó la suspensión de exportaciones de ganado mexicano a Estados Unidos, iniciada hace más de un año por la detección de este parásito. Tras una reapertura inicial en febrero de 2025 y un nuevo cierre en mayo, ambos países anunciaron una reapertura por fases a partir del 30 de junio.
Uno de los compromisos anunciados es reforzar la coordinación en materia de sanidad animal entre la APHIS, oficina de inspección del USDA, y el SENASICA, además de establecer acciones inmediatas para la reapertura plena del comercio ganadero. Ambos gobiernos destacaron que el comercio agroalimentario bilateral es un motor estratégico para sus economías, al aportar insumos, empleos y estabilidad alimentaria a la región norteamericana.
Relevancia para México
Para el sector agroalimentario mexicano, la reapertura del mercado estadounidense representa una oportunidad de crecimiento y diversificación de exportaciones. La certificación sanitaria y el cumplimiento de estándares serán cada vez más imprescindibles; la relación comercial ya no tendrá sólo un componente económico, sino también técnico y regulatorio. Desde la perspectiva de los productores mexicanos, el restablecimiento del flujo exportador de ganado puede traducirse en mejores precios, mayor volumen de ventas y acceso a nuevos nichos. Para los consumidores, la cooperación bilateral en sanidad animal promete productos más seguros y competitivos.
Retos pendientes
Aún existe incertidumbre sobre los plazos y condiciones de la reapertura total de exportaciones de ganado, pues los anteriores anuncios de febrero y junio sólo marcaron fases preliminares. La erradicación del gusano barrenador sigue siendo un tema clave: si no se estabiliza la situación sanitaria, podrían persistir bloqueos o restricciones comerciales. Asimismo, la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) incluirá la actualización de capítulos agroalimentarios. México deberá garantizar confianza, certidumbre y respeto a las reglas, como señaló el titular de la Secretaría de Agricultura, para asegurar que la integración sea sólida y de largo plazo.
Perspectivas a mediano plazo
La reunión establece una hoja de ruta para que México fortalezca sus estándares de sanidad y calidad agroalimentaria, lo que podría consolidar su posición exportadora. La cooperación técnica permitirá una mayor integración en las cadenas regionales y globales de valor. A nivel regional, estados como Veracruz podrían beneficiarse de este proceso mediante inversiones en infraestructura sanitaria, certificación de ganado y logística de exportación. La reactivación del comercio agroalimentario con Estados Unidos también implicará nuevas oportunidades de empleo e inversión para el campo mexicano.
El diálogo entre México y Estados Unidos en materia agroalimentaria marca una etapa de transición: de las restricciones hacia una nueva fase de cooperación técnica, regulación compartida y comercio reactivado. La clave será pasar de los anuncios a la implementación efectiva, de modo que los productores mexicanos puedan aprovechar plenamente el potencial de una mayor integración con el mercado norteamericano.
