Nearshoring y T‑MEC: ejes decisivos para la calificación crediticia de México

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Por: Redacción El Censal | Xalapa, Veracruz | 2 de agosto 2025

Las principales agencias calificadoras, Fitch, Moody’s y S&P, coinciden en identificar al nearshoring y la posible renovación del T‑MEC como factores clave para sostener el crecimiento económico y preservar la calificación soberana de México.

En la conferencia Fitch on México del pasado junio, la directora para América Latina, Shelly Shetty, señaló que el país cuenta con ventajas estructurales: su proximidad geográfica con EE.UU. y su base manufacturera consolidada. Estos elementos colocan a México en una posición favorable —aunque aún sobre el nivel más bajo dentro del grado de inversión, con nota BBB‑/perspectiva estable.

Moody’s, a través del analista Renzo Merino, advierte que la incertidumbre externa derivada de la política comercial de EE.UU. podría poner en jaque el crecimiento económico durante más de un año y generar presión para una eventual rebaja de nota (Baa2 / perspectiva negativa).

El responsable de calificación soberana de S&P Latinoamérica, Joydeep Mukherji, coincide: el nearshoring tiene el potencial de impulsar el crecimiento mexicano y mejorar su calificación futura, siempre que se acompañe de certidumbre comercial y estabilidad institucional.

Factores estructurales y retos futuros

La proporción de exportaciones sobre el PIB alcanzó un 36 % en 2025, lo que refuerza la importancia del comercio exterior como motor de crecimiento.

Aunque el nearshoring genera interés creciente, la Inversión Extranjera Directa (IED) cerró 2024 en US 36,872 mdd, un récord histórico, pero por debajo de las expectativas del sector privado y organismos financieros —lo que evidencia retos estructurales persistentes.

Además, las agencias internacionales presentan a México en el nivel más bajo dentro del grado de inversión, lo que hace más vulnerable al país ante eventuales deterioros de confianza institucional o cambios en el entorno comercial.

📌 Implicaciones para la agenda nacional
Si bien el nearshoring representa una oportunidad tangible para reactivar la economía, su impacto —y el mantenimiento de la calificación soberana— depende de dos factores:

  1. Claridad y continuidad en el T‑MEC, cuya revisión obligatoria está prevista para el 1 de julio de 2026, aunque EE.UU. iniciará consultas públicas en octubre de 2025 y presentará informes al Congreso antes de enero de 2026.

  2. Reducción de la incertidumbre externa, especialmente respecto a la política arancelaria estadounidense y el entorno de comercio bilateral, cuya evolución condicionalmente determina el apetito inversor.

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