Xalapa, Ver., 9 de septiembre de 2025 — La gobernadora Rocío Nahle García informó en entrevista radiofónica la llegada de 70 de las 102 nuevas unidades híbridas destinadas a sustituir vehículos fuera de norma en el transporte público de Veracruz. Estas unidades, que comenzarán a circular en aproximadamente un mes, se incorporan a un esquema de modernización que incluye capacitación a conductores y la implementación de un sistema de pago electrónico mediante tarjeta recargable.
Movilidad y operación del sistema
La entrada en operación de estas unidades supone un avance en la modernización del transporte urbano, caracterizado por una flota con rezagos en mantenimiento y seguridad. El sistema de cobro con tarjeta busca agilizar los tiempos de abordaje y reducir el manejo de efectivo, lo cual podría mejorar la eficiencia del servicio y la seguridad para usuarios y operadores.
La capacitación de conductores es otro componente clave, ya que la transición hacia autobuses híbridos exige conocimientos técnicos y una conducción distinta respecto a los vehículos tradicionales. Esto representa tanto una oportunidad de profesionalización como un reto para garantizar la calidad del servicio desde el inicio.
Impacto social
El reemplazo de unidades obsoletas tiene efectos directos en los usuarios que dependen del transporte público diariamente. Una flota renovada y con mayor confiabilidad puede incidir en la reducción de tiempos de traslado, mejorar la comodidad y generar un impacto positivo en la percepción ciudadana sobre el sistema de movilidad.
Asimismo, la implementación de nuevas tecnologías de cobro puede favorecer la inclusión financiera, siempre y cuando se garantice un acceso amplio a puntos de recarga y no se genere una barrera para sectores de la población con menor acceso a servicios digitales.
Dimensión ambiental
El uso de unidades híbridas, con tecnología diésel-eléctrica, representa un paso hacia la reducción de emisiones contaminantes en las principales zonas urbanas del estado. Si bien este tipo de transporte no elimina por completo la huella ambiental, sí constituye una mejora frente al modelo actual basado en autobuses con más de 20 años de operación y altos niveles de emisiones.
A mediano plazo, el reto será medir y transparentar los resultados ambientales, particularmente en la reducción de partículas contaminantes y gases de efecto invernadero, lo que permitirá evaluar el impacto real del programa.
Retos y perspectivas
El anuncio genera expectativas positivas, pero también plantea interrogantes:
- Sustitución efectiva: será determinante que las unidades fuera de norma sean retiradas y no permanezcan en circulación, evitando duplicidad o sobreoferta que pueda comprometer la eficiencia.
- Fiscalización: la inversión y operación del nuevo sistema requieren mecanismos claros de supervisión y transparencia para asegurar su sostenibilidad.
- Expansión territorial: aunque el proyecto inicia en la zona conurbada Veracruz–Boca del Río, se espera su extensión hacia ciudades como Xalapa, Coatzacoalcos y Poza Rica, lo que implicará nuevas inversiones y coordinación con concesionarios locales.
La llegada de los primeros 70 autobuses híbridos marca un punto de inflexión en la política de transporte público en Veracruz. Su impacto se medirá en términos de reducción de emisiones, mejora en la calidad del servicio y beneficios sociales para los usuarios cotidianos. No obstante, el éxito del proyecto dependerá de la capacidad institucional para garantizar la sustitución total de unidades obsoletas, el mantenimiento adecuado de las nuevas y la transparencia en su operación.







