Herzogenaurach/Berlín, 30 de octubre de 2025. — La empresa alemana de ropa y calzado deportivo PUMA anunció que eliminará aproximadamente 900 puestos de trabajo a nivel mundial para finales de 2026, como parte de un plan estratégico de reestructuración derivado de una caída significativa en sus ventas durante 2025.
En el tercer trimestre de 2025, PUMA reportó ingresos por alrededor de 1 960 millones de euros, lo que representa una caída del 10.4 % ajustada por tipo de cambio respecto al mismo periodo del año anterior. Durante los primeros nueve meses del año, la compañía acumuló pérdidas por 308.9 millones de euros, en contraste con un beneficio de 257.1 millones registrado en el mismo periodo de 2024.
El nuevo director general, Arthur Hoeld, recientemente asumido, señaló que este plan forma parte de un “reset” estratégico para la marca, con el objetivo de devolverla al crecimiento a partir de 2027 y posicionarla entre las tres principales del sector global. PUMA comunicó que se enfocará prioritariamente en las categorías de running, fútbol y entrenamiento, al tiempo que reducirá su dependencia del canal mayorista tradicional y fortalecerá su línea directa al consumidor.
La compañía explicó que ha incrementado su inventario en un 17.3 % hasta alcanzar unos 2 124 millones de euros al cierre del trimestre, lo cual agrava la situación de liquidez y márgenes. PUMA anticipa que la normalización de inventarios y la estabilización de sus canales de distribución permitirán revertir la tendencia para finales de 2026 y entrar en fase de crecimiento estructural en 2027.
Para trabajadores, inversionistas y socios comerciales, la noticia implica un ajuste profundo en la estructura global de la empresa, con impacto en empleos administrativos y funciones corporativas. A su vez, para la industria deportiva, esta reorganización revela la intensificación de la competencia, los retos que enfrentan las marcas ante consumidores más exigentes y la presión por innovar en tecnología, marketing y distribución.
Aunque PUMA enfrenta una de sus fases más críticas, la apuesta por el running y el fútbol, junto con la reducción de 900 empleos, constituyen una maniobra estratégica para recuperar competitividad e impulsar el crecimiento a mediano plazo. Su éxito dependerá de la eficacia de las medidas adoptadas, la capacidad de ejecución y de que el mercado responda favorablemente en los próximos dos años.







