Según la experta Karen Harris, líder global en megatendencias en Bain & Company —quien fundó y dirige ese equipo desde 2008—, hacia el año 2040 la manufactura a nivel mundial experimentará una transformación profunda: las fábricas necesitarán menos gente y se volverán cada vez más sofisticadas en automatización. En su análisis destaca que, aunque hoy varios países —entre ellos México— cuentan con ventajas competitivas en manufactura intensiva en mano de obra, ese modelo perderá relevancia si no se adapta a la ola de robotización y digitalización.
¿Qué está cambiando y por qué es relevante para México?
Harris señala que la integración entre Estados Unidos, México y Canadá seguirá fortaleciéndose, lo que implica que la forma de competir en manufactura también cambiará. Por un lado, los procesos que hoy requieren mucha mano de obra serán poco a poco sustituidos por robots, automatización e inteligencia artificial. “Para eso faltan 15 años, pero traerá consecuencias muy profundas”, advierte.
México tiene técnicos, ingenieros y profesionales competitivos, lo cual es un activo; sin embargo, el desafío es transicionar el modelo hacia la producción de mayor valor agregado, de mayor tecnología, no solo de volumen intensivo en trabajo.
Un factor clave será el costo de la energía: Harris apunta que cualquier proceso que requiera mucha energía a bajo costo podría preferir regiones como Texas o Louisiana en Estados Unidos, a menos que México aproveche sus condiciones geológicas y energéticas.
Implicaciones económicas y sociales para Veracruz y México
Para el medio digital especializado de economía, finanzas, negocios y estilo de vida como el que dirige, estas son algunas líneas de impacto que conviene tener en cuenta:
Empleo y capacitación
A mediano y largo plazo, la automatización podría reducir la demanda de operarios en líneas tradicionales de manufactura, lo cual exigirá reorientar la capacitación hacia programación, mantenimiento de robots, gestión de datos y manufactura avanzada.
Para mercados como Veracruz, donde hay planta maquiladora o industria ligera, será clave anticipar esta transición, formar alianzas con instituciones académicas y gobierno para “recalificar” talento.
Competitividad regional
Veracruz puede aprovechar su posición geográfica, puerto e infraestructura logística para atraer inversores que combinen manufactura ligera con sistemas automatizados, en vez de solo ser una base de mano de obra barata.
También, la transición abre oportunidad para desarrollar proveedores en robótica, automatización y servicios conexos en la región.
Política industrial y energética
Dada la relevancia del costo energético en manufactura automatizada, el estado debe evaluar esquemas de incentivos o sinergias con la política nacional para atraer inversiones de alto contenido tecnológico.
Se deberá revisar qué políticas públicas diseñar para fomentar la adopción de inteligencia artificial y robótica en las empresas mexicanas, incluyendo pequeñas y medianas empresas.
Desigualdad y empleo de media-baja cualificación
Una preocupación legítima es el desplazamiento de empleos de baja y mediana cualificación. Esto eleva la urgencia de diseñar políticas de seguridad social, reconversión laboral y educación continua.
Desde un medio como El Censal, es relevante exponer tanto los beneficios —incremento de productividad, mayor valor agregado, potencial para salarios más altos— como los retos —trabajos desplazados y brechas de talento—.
Qué observar y recomendaciones editoriales para El Censal
Dado el perfil del medio (economía, empresa, finanzas, estilo de vida) y su enfoque regional hacia Veracruz y México, estas son algunas ideas para aprovechar esta tendencia como tema de alto impacto:
Entradas editoriales tipo “manufactura 4.0 en Veracruz”: entrevistar empresas locales que ya están adoptando automatización o explorar casos de éxito.
Visuales atractivos: infografías que muestren la evolución de número de operarios vs robots desde hoy hasta 2040, y qué sectores son más susceptibles al cambio.
Análisis crítico: qué políticas necesita México o Veracruz para transicionar con éxito, qué tan preparados están los trabajadores y cuáles son los cuellos de botella (infraestructura, energía, talento, inversión).
Lifestyle o impacto social: cómo afectará este cambio al perfil de empleo, al salario y al estilo de vida de los trabajadores de manufactura; y si podría generar nuevas oportunidades en ingeniería, mantenimiento, programación y robótica para la juventud local.
Vinculación con servicios: reflexión sobre cómo la automatización de manufactura puede generar spin-offs o demandas de servicio de alto valor (software, IoT, mantenimiento predictivo), que pueden ser emprendimientos locales.
Conclusión
La proyección de Karen Harris para 2040 no es una visión lejana, sino una tendencia que ya está en marcha: la manufactura global va hacia menos empleo intensivo y más automatización, inteligencia artificial y robótica. Para México —y en particular para regiones como Veracruz— esto representa una ventana de oportunidad si se anticipa, prepara, invierte y se acompaña con políticas de talento e infraestructura. Pero también un reto en términos de reconversión del capital humano y la definición de una estrategia industrial con mayor valor agregado.
Desde El Censal conviene presentar este tema no solo como “adiós al empleo”, sino como “la industria que viene”: qué se puede hacer hoy para ser parte de esa transición, cuáles son los ganadores y qué se puede hacer para que el cambio sea justo, equitativo y genere beneficios duraderos para la región.
