Beijing, 13 de noviembre 2025 – La segunda mayor economía del mundo enfrenta un nuevo desafío: el impulso al consumo doméstico, considerado clave para su transición económica, muestra señales persistentes de debilidad. Según estimaciones económicas para octubre de 2025, las ventas al por menor en China habrían crecido apenas 2.8% interanual, su ritmo más bajo en más de un año y el quinto mes consecutivo de desaceleración del gasto privado.
Un panorama cada vez más complejo
La desaceleración del consumo nacional ocurre junto a otros indicadores que reflejan un enfriamiento del motor interno de China: la producción industrial se modera, la inversión inmobiliaria continúa en contracción y las exportaciones registran caídas. Este escenario complica el objetivo del gobierno chino de mantener un crecimiento económico cercano al 5% durante 2025.
Analistas advierten que, además del menor dinamismo del comercio minorista, la inversión en activos fijos podría haber caído durante los primeros diez meses del año, mientras el sector inmobiliario sigue debilitado.
Por qué el consumo interno es clave
En los últimos años, el gobierno chino ha intentado reducir su dependencia de las exportaciones y de la construcción, apostando al consumo interno como pilar de estabilidad. Sin embargo, la falta de impulso en el gasto de los hogares amenaza con frenar esa transición y aumentar la dependencia de factores más volátiles como la demanda externa o el crédito al sector inmobiliario.
Factores detrás del enfriamiento
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Baja confianza del consumidor: el mercado laboral sigue frágil y el sector inmobiliario no se ha recuperado del todo.
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Altos niveles de ahorro: los hogares mantienen cautela ante la incertidumbre económica.
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Débil demanda externa: la ralentización global limita el crecimiento de las exportaciones, reduciendo ingresos y expectativas.
Efectos internos y globales
Para China, un consumo débil implica riesgos en su modelo de crecimiento y podría obligar a nuevas políticas de estímulo fiscal o monetario.
A nivel global, una menor demanda del país asiático puede afectar a exportadores de materias primas, bienes intermedios y tecnología que dependen del mercado chino.
Lo que viene
El mercado estará atento a los próximos reportes de la Oficina Nacional de Estadísticas de China. Si las ventas minoristas continúan creciendo por debajo del 3%, los analistas prevén que Pekín podría anunciar nuevos incentivos al consumo antes del cierre del año.







