En el marco del tercer foro sobre la implementación de la Semana Laboral de 40 Horas que organiza la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), representantes de los sectores agropecuario y comercio coincidieron en la necesidad de reforzar los incentivos fiscales para que la transición no afecte la competitividad ni el empleo formal. Además del calendario gradual—que propone reducir una hora de jornada en 2026 para llegar a 40 horas—, se plantearon tres demandas centrales:
Deducibilidad del 100 % de prestaciones laborales. Las empresas y sindicatos consideraron imprescindible que todas las prestaciones sean plenamente deducibles, de modo que el costo de la reforma no recaiga en la carga impositiva de los patrones ni reduzca el ingreso neto de los trabajadores.
Revisión de la tabla de ISR para horas extras. Se propuso ajustar la retención sobre horas adicionales para que el beneficio económico permanezca principalmente con el trabajador, tal como lo expuso Juan Pablo Molina Baranzini, vicepresidente de Bienestar Laboral del Consejo Nacional Agropecuario .
Atención a la escasez de talento. En el sector comercio, Diego Corsío Barto, presidente de ANTAD, advirtió que el 78 % de sus colaboradores actualmente laboran más de 40 horas y que, de aplicarse sin medidas complementarias, se requeriría un incremento inmediato de casi 15 % en la plantilla para mantener operaciones, especialmente en logística y distribución