Yiwu, China — A menos de un año del Mundial de Fútbol 2026 —que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá—, los fabricantes chinos de artículos promocionales como gorras, pulseras, sombreros y banderas enfrentan una marcada incertidumbre. La causa: los aranceles estadounidenses que podrían gravar los envíos de productos chinos, lo que ha generado retrasos y moderación en los pedidos internacionales.
Incertidumbre paraliza grandes pedidos
Shang Yabing, director de una fábrica en Yiwu especializada en bufandas y accesorios relacionados con selecciones nacionales, señala que mientras los pedidos pequeños continúan llegando, los grandes contratos están en suspenso. Según el empresario, la falta de claridad sobre los aranceles hace que muchas empresas opten por esperar antes de comprometerse.
En Yiwu, conocida por ser un centro mayorista global de pequeña mercancía, los vendedores notan una reducción en la afluencia de compradores extranjeros. Productos como banderas, balones y llaveros personalizados están en los stands, pero con menor actividad comercial que en periodos anteriores previos a torneos globales.
Guerra comercial: ¿factor decisivo?
La disputa comercial entre Pekín y Washington sigue siendo un factor crítico. Aunque ambos países extendieron una tregua hasta noviembre para evitar aranceles extremadamente altos, la incertidumbre regulatoria persiste. Muchas marcas grandes, especialmente en Estados Unidos, han reducido o retrasado órdenes de manufactura por temor a que los costos de importación suban repentinamente.
Impacto económico esperado
- Pedidos paralizados: En fábricas como la de Shang, los pedidos de gran escala que suman cerca de un millón de unidades permanecen sin confirmarse.
- Ventas extranjeras en declive: Vendedores de artículos secundarios —no esenciales— experimentan baja demanda internacional.
- Esperanza cautelosa: Aunque muchos negocios adoptan posiciones de espera, hay optimismo en el sector de que la situación mejore gradualmente conforme se acerque la fecha del torneo.
La combinación de aranceles potenciales, incertidumbre regulatoria y una guerra comercial persistente está afectando el flujo de producción de artículos promovidos para el Mundial 2026 en China. Los fabricantes esperan señales claras de Estados Unidos para reactivar los grandes pedidos que les den estabilidad y permitan planear a largo plazo.