Ciudad de México, 31 de octubre de 2025. — En los últimos años, la celebración de Halloween en México ha trascendido el entretenimiento para convertirse en un evento de relevancia económica que impulsa el consumo, genera empleos temporales y dinamiza la actividad comercial. Aunque aún se esperan datos específicos de Halloween para este año, diversos organismos estiman una fuerte derrama económica conjugada con la celebración de Día de Muertos.
De acuerdo con la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), la festividad del Día de Muertos 2025 dejará una derrama económica de aproximadamente 49 mil 500 millones de pesos a nivel nacional, lo que representa un aumento cercano al 9 por ciento respecto a 2024. El año anterior, la derrama fue de poco más de 45 mil 300 millones de pesos, mientras que en 2023 se calculó en alrededor de 41 mil millones. Cabe recordar que, en 2023, las primeras estimaciones hablaban de una derrama de 22 mil millones de pesos, cifra que correspondía únicamente al arranque de la temporada, antes de incluir los días festivos principales.
En cuanto a Halloween, la celebración de disfraces, dulces y fiestas nocturnas genera también una actividad comercial importante, aunque en menor escala que el Día de Muertos. Se estima que ambas festividades, consideradas de forma conjunta, podrían dejar una derrama cercana a los 17 mil millones de pesos, impulsadas principalmente por el aumento en la venta de disfraces, dulces, pan de muerto, flores de cempasúchil y servicios de entretenimiento. Este periodo, que combina tradiciones mexicanas con costumbres internacionales, se ha consolidado como uno de los más relevantes para el sector comercio, turismo y servicios.
La expansión del consumo durante esta temporada beneficia de forma directa a las micro, pequeñas y medianas empresas. Según estimaciones empresariales, más de 4.8 millones de unidades económicas en todo el país participan de forma activa en estas celebraciones, desde tiendas de disfraces y panaderías hasta florerías, restaurantes y hoteles. Además, la afluencia de turistas nacionales y extranjeros durante los días festivos impulsa la ocupación hotelera y el gasto en transporte, alimentación y actividades culturales.
Sin embargo, los especialistas destacan algunos retos para este segmento de mercado. En primer lugar, la diferencia en magnitud entre Halloween y Día de Muertos sigue siendo considerable, lo que dificulta la planeación de estrategias comerciales especializadas para la primera. También se subraya la necesidad de contar con estadísticas más detalladas por región y tipo de gasto, a fin de diseñar políticas más efectivas que favorezcan a los productores y comerciantes locales. Otro desafío es el de la formalidad: durante estas temporadas de alta demanda, la competencia informal y la falta de control pueden restar beneficios a quienes operan dentro de los marcos legales y fiscales.
Finalmente, la logística y la capacidad operativa son factores determinantes. El crecimiento sostenido del consumo implica que los comercios y servicios deban adaptarse a una demanda más amplia, garantizando calidad, abasto e infraestructura suficiente para atender a los visitantes. A pesar de estos retos, la tendencia indica que Halloween y Día de Muertos continuarán siendo una fuente importante de ingresos y empleo temporal para México.
En conclusión, la celebración de Halloween en el país ya no se limita a una actividad de disfraces y dulces, sino que forma parte de una temporada económica de alto impacto que culmina con el Día de Muertos. Con una derrama estimada de casi 50 mil millones de pesos para 2025, estas festividades representan una oportunidad estratégica para el comercio, los servicios y el turismo nacional. Aprovechar su potencial dependerá de fortalecer la formalidad, mejorar la planeación y mantener viva la riqueza cultural que distingue a México en el mundo.







