Ciudad de México, 6 de noviembre de 2025 — En una decisión relevante para la política monetaria del país, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió reducir la Tasa de Interés Interbancaria a un día al nivel de 7.25 %, desde el nivel previo. El cambio entrará en vigor a partir del 7 de noviembre de 2025.
¿Qué motivó la decisión?
La institución central explicó que, ante un escenario de desaceleración económica global y doméstica, decidió continuar con su ciclo de recortes de tasa. Banxico destacó que la actividad económica en México presentó signos de debilidad, incluso una contracción en el tercer trimestre de 2025. Además, la inflación general ha comenzado a moderarse —pasando de 3.74 % a 3.63 % entre la primera quincena de septiembre y la primera de octubre—, aunque la inflación subyacente muestra resistencia a bajar.
El tipo de cambio del peso mexicano se depreció ligeramente, lo cual influye en las presiones inflacionarias. Asimismo, la Junta de Gobierno señaló que existen riesgos externos, como tensiones comerciales y geopolíticas, que podrían afectar la inflación, la actividad económica y la volatilidad de los mercados.
En su comunicado, Banxico aseveró que “la Junta de Gobierno juzgó apropiado continuar con el ciclo de disminuciones de la tasa de referencia”.
¿Cómo fue la votación?
La decisión se aprobó por mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno. Según reportes, el subgobernador Jonathan Heath votó por mantener la tasa en 7.50 %, mientras que los demás integrantes votaron a favor del recorte.
Implicaciones para la economía y los mercados
Para los hogares, una tasa de interés más baja puede traducirse en menores costos de crédito —por ejemplo, en hipotecas o préstamos personales—, aunque también podría implicar menores rendimientos para el ahorro tradicional. En el caso de las empresas, la reducción podría facilitar el acceso al financiamiento, lo que favorecería la inversión productiva en un contexto de debilidad económica.
En cuanto a la inflación, el recorte ocurre en un entorno donde Banxico busca que la inflación converja al objetivo del 3 % en el plazo previsto. No obstante, la inflación subyacente se mantiene por encima de ese nivel, lo que obliga a monitorear de cerca la evolución de los precios.
Respecto al tipo de cambio, la moderación de la tasa de interés puede ejercer presión adicional sobre el peso mexicano frente al dólar, dependiendo de la reacción de los mercados internacionales y de la política monetaria de otros bancos centrales. Finalmente, esta medida confirma que Banxico sigue en un proceso de flexibilización monetaria iniciado en 2024, enfocado en estimular la actividad económica sin perder de vista la estabilidad de precios.
Qué sigue
La Junta de Gobierno indicó que en su próxima reunión, programada para diciembre, evaluará los efectos de esta decisión en el balance de riesgos y tomará en cuenta los determinantes de la inflación para decidir si procede a nuevos recortes o si se mantiene la tasa.
La reducción de la tasa a 7.25 % por parte de Banxico representa un paso más en su estrategia de moderar la política monetaria ante un entorno de crecimiento económico doméstico débil y una inflación que, aunque en descenso, aún requiere vigilancia. El movimiento tendrá efectos mixtos: dinamización del crédito frente a menor incentivo para el ahorro, y pondrá a prueba la capacidad del banco central para cumplir su meta de inflación sin comprometer la estabilidad financiera.







