El Banco de México (Banxico) junto con la Casa de Moneda de México (CMM) anunciaron un nuevo plan de producción para monedas que implica dos ejes principales: introducir nuevas piezas de 1, 2 y 5 pesos acuñadas en materiales más económicos y sustentables; y al mismo tiempo, reducir de forma significativa la fabricación de monedas de 50 centavos.
¿Qué cambios se impulsan?
Las monedas de 1, 2 y 5 pesos pasarán de fabricarse con la aleación tradicional de bronce-aluminio a un núcleo de acero recubierto de bronce mediante la técnica de electrochapado. Este cambio permitirá ahorros estimados entre 300 y 400 millones de pesos anuales en costos de producción.
Respecto a las monedas de 50 centavos, el plan institucional contempla una disminución importante en su producción, debido a que su costo de acuñación supera su valor nominal, lo que genera pérdidas para el Estado.
Las monedas vigentes seguirán siendo de curso legal por el momento, aunque podrían circular en menor cantidad conforme avance la transición.
¿Qué implicaciones tiene este cambio?
El ajuste busca una mayor eficiencia en la producción monetaria y una apuesta por materiales más sostenibles, lo que responde a criterios de economía circular e innovación.
Sin embargo, la reducción de monedas de 50 centavos podría generar efectos prácticos para los usuarios del efectivo, como la escasez de estas piezas en cajeros, tiendas o pequeños comercios. Esto podría derivar en redondeos más frecuentes en los pagos o en la adopción de políticas de “sin cambio exacto”.
Para la Casa de Moneda de México y el Banco de México, el reto será asegurar que la transición mantenga la confianza en el efectivo y que la acuñación responda a la demanda real de monedas en circulación.
¿Qué deben saber los usuarios?
Las monedas actuales de 50 centavos seguirán siendo válidas y pueden usarse para pagos. No hay, hasta el momento, un retiro del curso legal.
Con el tiempo, podrían llegar menos piezas de 50 centavos a la circulación, lo que podría llevar a que algunos puntos de venta pidan efectivo redondeado o que los consumidores prefieran otras denominaciones.
Para los coleccionistas, las monedas de 50 centavos podrían adquirir un interés numismático si su circulación disminuye significativamente, aunque no existe certeza de que ganen valor adicional.
Los comercios y empresas que manejan grandes volúmenes de efectivo deberán preparar sus sistemas de cobro y conteo de monedas para adaptarse a las nuevas piezas y a la posible menor disponibilidad de denominaciones menores.
En conjunto, el cambio forma parte de una estrategia de modernización del circulante nacional que busca optimizar recursos públicos sin alterar la confianza en el peso mexicano.







