El estrés económico se ha convertido en uno de los principales detonantes de ansiedad entre los adultos mexicanos. Las presiones del cierre de mes, el pago de tarjetas, las obligaciones fiscales con el SAT e incluso la sensación constante de que lo que se gana nunca es suficiente, generan un malestar psicológico que muchas veces pasa desapercibido, pero que impacta profundamente en la salud mental.
En este contexto, el enfoque de mindfulness fiscal surge como una alternativa innovadora para recuperar el equilibrio emocional y financiero. Se trata de aplicar técnicas de atención plena para observar sin juicio las propias finanzas, reducir la reactividad emocional ante las deudas y planificar de forma más consciente.
Expertos señalan que este enfoque no elimina las obligaciones económicas, pero sí ayuda a romper el ciclo de angustia, permitiendo tomar decisiones financieras con mayor claridad y calma. Practicar mindfulness fiscal implica, entre otras cosas, establecer momentos específicos para revisar cuentas, reconocer emociones asociadas al dinero y cultivar una actitud de responsabilidad sin autocastigo.
En tiempos donde las preocupaciones financieras son parte cotidiana de la vida, herramientas como esta ofrecen un respiro y abren la puerta a una relación más saludable con el dinero.
