Ante una disminución sostenida en su producción de hidrocarburos, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha anunciado planes para reactivar pozos previamente cerrados, con el objetivo de incrementar su producción y acercarse a las metas establecidas por el gobierno federal. Actualmente, la producción de Pemex se sitúa alrededor de 1.6 millones de barriles diarios (bpd), por debajo de la meta gubernamental de 1.8 millones bpd para 2025. La empresa ha proyectado una producción promedio de 1.58 millones bpd para este año, según una declaración ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) .
La estrategia de reactivación se enfoca en pozos ubicados tanto en tierra como en mar, seleccionados en función de su perfil de riesgo y potencial de producción. De los más de 31,000 pozos existentes en México, aproximadamente un tercio están cerrados, y solo 4,800 se consideran operativos. Muchos de estos pozos fueron clausurados debido a problemas como baja presión o intrusión de agua, lo que requiere equipos especializados y costosos para su rehabilitación. La limitada disponibilidad de fondos ha sido un obstáculo significativo para avanzar en estos planes .
Además, Pemex está explorando la implementación de técnicas de recuperación secundaria en campos clave del Golfo de México, como Ku, Maloob, Zaap, Akal y Ayatsil, para mejorar la extracción en pozos existentes. Estas iniciativas buscan contrarrestar la declinación natural de los campos maduros y los retrasos en la finalización de nuevos pozos, factores que han contribuido a una caída interanual del 11% en la producción durante el primer trimestre de 2025 .
La reactivación de pozos cerrados forma parte de una estrategia más amplia para aumentar la autosuficiencia energética del país y reducir la dependencia de importaciones. Sin embargo, la ejecución de estos planes dependerá de la capacidad de Pemex para superar desafíos técnicos, financieros y ambientales asociados con la rehabilitación de pozos inactivos.