El reciente ataque de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares iraníes ha encendido las alertas en los mercados internacionales de energía. Inversionistas, anticipando un entorno de alta tensión geopolítica, estiman un aumento significativo en el precio del petróleo al reiniciar operaciones este lunes.
El bombardeo fue anunciado por el expresidente Donald Trump a través de la red social Truth Social, describiéndolo como un “éxito militar espectacular” tras la destrucción de los sitios de Fordow, Natanz e Isfahán. La acción marca una escalada en la participación estadounidense en el conflicto de Medio Oriente.
Tras el anuncio, las plazas financieras cerradas anticipaban una caída en el mercado bursátil y un incremento en los activos considerados refugio, como el dólar y el oro . Se prevé además un encarecimiento de los precios energéticos, lo que podría presionar la inflación global y afectar las decisiones de política monetaria en economías sensibles al costo del petróleo.
Analistas de firmas como Oxford Economics y MST Marquee han modelado escenarios en los que un conflicto prolongado, un posible cierre del estrecho de Ormuz o un recorte en la producción iraní podrían impulsar el crudo hasta los USD 100–130 por barril . Sin embargo, el nivel del impacto dependerá en gran medida de la respuesta de Irán y de la capacidad de OPEP+ para compensar una eventual reducción del suministro.
Algunos analistas mantienen que, si el enfrentamiento se mantiene contenido, hay margen para que los mercados absorban el choque, pero advierten sobre aumentos persistentes en primas de riesgo y costos logísticos