Xalapa, Veracruz, 14 de agosto de 2025 — Veracruz registró un avance histórico en la reducción de la pobreza durante los últimos años. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más de un millón de habitantes del estado dejaron atrás esa condición entre 2018 y 2024, lo que representa uno de los descensos más significativos en el ámbito nacional.
Las cifras reflejan un proceso de mejora tanto en la pobreza por ingresos como en la pobreza multidimensional, esta última considerada la medición más completa al tomar en cuenta aspectos como acceso a la educación, servicios de salud, vivienda digna, alimentación y seguridad social.
Un cambio en las cifras: la reducción en números
Los datos muestran que en 2024, alrededor de 3.6 millones de veracruzanos se encontraban en situación de pobreza multidimensional, frente a los 4.2 millones registrados en 2022 y los 4.8 millones estimados en 2018.
Esto implica que 1.2 millones de personas lograron superar esa condición en los últimos seis años, un cambio que ha sido calificado como positivo por especialistas y autoridades estatales.
Dentro de esta reducción general, destacan dos categorías clave:
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Pobreza moderada: Afectó en 2024 a 2.9 millones de personas, lo que representa 290 mil menos que en 2022 y 590 mil menos que en 2018.
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Pobreza extrema: Se ubicó en 713,945 personas, una cifra aún considerable, pero que marca un descenso de 370 mil respecto a 2022 y de 560 mil en comparación con 2018.
En cuanto a la pobreza por ingresos —medida que se centra en la capacidad de los hogares para cubrir necesidades básicas con su salario—, el retroceso fue igualmente significativo. En 2018, el 67.1 % de la población veracruzana no alcanzaba la línea de bienestar; para 2024 esa proporción bajó a 50.2 %, es decir, 1.3 millones de personas más cuentan hoy con ingresos suficientes.
Factores detrás de la mejora
Los expertos señalan que la reducción de la pobreza en Veracruz responde a una combinación de factores estructurales y coyunturales:
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Programas sociales federales y estatales: Iniciativas como Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro y los apoyos para adultos mayores han tenido un impacto directo en los ingresos de los hogares rurales y urbanos de bajos recursos.
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Crecimiento en sectores estratégicos: El dinamismo en actividades como la construcción, el turismo y la agroindustria —particularmente en la caña de azúcar, café y cítricos— ha permitido generar empleos y mejorar la movilidad laboral en zonas con alto rezago.
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Inversión en infraestructura social: Proyectos carreteros, obras hidráulicas y programas de vivienda han contribuido a disminuir carencias en servicios básicos, particularmente en regiones serranas y municipios rurales.
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Remesas en niveles récord: Veracruz es uno de los principales receptores de remesas a nivel nacional. El flujo de recursos enviados por migrantes ha permitido a miles de familias mejorar su consumo y superar la línea de pobreza por ingresos.
Retos pendientes: desigualdad y pobreza extrema
A pesar de los avances, el estado enfrenta retos estructurales de gran magnitud.
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Más de 3.6 millones de personas siguen en pobreza multidimensional, es decir, casi la mitad de la población veracruzana aún carece de al menos un derecho social básico.
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La pobreza extrema, aunque reducida, todavía afecta a más de 700 mil personas, lo que equivale a comunidades enteras con limitaciones severas de alimentación, educación y servicios de salud.
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La desigualdad regional sigue siendo una constante: mientras que municipios cercanos a zonas metropolitanas han reducido la pobreza de forma acelerada, regiones indígenas y rurales —como la Huasteca, la Sierra de Zongolica y la Sierra de Papantla— muestran rezagos persistentes.
Los especialistas advierten que, si bien los programas de transferencias monetarias han sido efectivos en el corto plazo, se requiere impulsar estrategias sostenibles de desarrollo económico y productivo, que generen empleos de calidad y reduzcan la dependencia de apoyos asistenciales.
Impacto en el bienestar social
La disminución de la pobreza ha tenido efectos directos en la vida de las familias veracruzanas. Hogares que antes destinaban la mayor parte de su ingreso a la alimentación ahora pueden invertir en educación, salud o pequeños negocios familiares.
En zonas rurales, la llegada de programas sociales ha permitido mejorar la seguridad alimentaria, reduciendo la prevalencia de carencias nutricionales. En áreas urbanas, los apoyos han servido para amortiguar el impacto de la inflación y el encarecimiento de servicios como transporte y vivienda.
Además, la caída en la pobreza extrema tiene implicaciones de largo plazo: menores tasas de desnutrición infantil, mayor asistencia escolar y una reducción en la mortalidad por causas prevenibles.
Veracruz en el contexto nacional
El avance de Veracruz se inscribe en una tendencia nacional de reducción de la pobreza reportada por el INEGI y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Sin embargo, el estado destaca por la magnitud de la mejora, pues pasó de ubicarse en los primeros lugares de pobreza multidimensional en 2018 a registrar uno de los descensos más significativos hacia 2024.
En términos porcentuales, la disminución de la pobreza en Veracruz se ubica por encima de la media nacional, lo que lo coloca como un caso de estudio en materia de políticas públicas.
Perspectivas hacia 2030
El reto ahora es consolidar los avances y evitar retrocesos en un entorno económico nacional marcado por la volatilidad de los mercados internacionales, la desaceleración del crecimiento y los desafíos fiscales del país.
Expertos en desarrollo social coinciden en que Veracruz deberá enfocarse en:
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Fortalecer el empleo formal y bien remunerado, para garantizar que los avances no dependan únicamente de transferencias sociales.
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Reducir brechas de género, ya que las mujeres siguen enfrentando mayores tasas de pobreza que los hombres, especialmente en áreas rurales.
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Atender el cambio demográfico, pues el envejecimiento poblacional exigirá nuevas políticas de cuidados y pensiones que eviten la reproducción de la pobreza en generaciones futuras.
Una oportunidad histórica
La reducción de la pobreza en Veracruz es, sin duda, un logro significativo en el panorama social del estado. Representa la posibilidad de romper ciclos históricos de exclusión y construir una base más sólida para el desarrollo económico y humano.
Sin embargo, el reto no está resuelto. Aún millones de veracruzanos viven en condiciones precarias, y el éxito de las políticas públicas dependerá de mantener un equilibrio entre el apoyo social inmediato y la generación de oportunidades económicas sostenibles.
Lo que hoy se celebra como un avance histórico deberá ser, en adelante, el punto de partida hacia un Veracruz más equitativo y próspero.