Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó que su deuda con proveedores al cierre del tercer trimestre de 2025 ascendió a 28 130 millones de dólares, lo que representa un aumento del 37.05 % anual frente a los 20 524 millones registrados en el mismo periodo de 2024.
Este dato contrasta con lo declarado por el director general de la empresa, Víctor Rodríguez Padilla, quien ante la Cámara de Diputados aseguró que el adeudo se había reducido “a la mitad”.
Según el informe financiero, el monto también supera los 22 789 millones de dólares reportados al cierre del segundo trimestre de 2025.
El director financiero de Pemex, Juan Carlos Carpio, informó que durante los primeros nueve meses del año la empresa pagó 299 768 millones de pesos a proveedores, cifra que representa el nivel más bajo para ese periodo desde 2020.
Además, se precisó que el saldo de deuda de 51 000 millones de pesos contempla los adeudos vigentes y no incluye ciertos convenios de recalendarización de pagos a largo plazo.
Contexto
El aumento en el pasivo con proveedores ocurre en un momento en que Pemex ha implementado nuevos esquemas financieros para atender sus obligaciones comerciales y buscar liquidez. La empresa estatal ha señalado que los pagos se normalizarán a partir de 2026, conforme se estabilicen sus flujos de efectivo y los precios internacionales del petróleo.
Implicaciones
-
El desajuste entre lo declarado por la dirección de Pemex y los datos reportados genera incertidumbre sobre la situación financiera real de la compañía.
-
Para las empresas proveedoras, un adeudo creciente representa riesgos de liquidez y puede comprometer la continuidad de operaciones en la cadena de suministro energético.
-
En el mediano plazo, será clave observar los mecanismos de pago y recalendarización que implemente Pemex, así como la transparencia con que se comuniquen los avances en la reducción de la deuda.
El incremento de los pasivos con proveedores refleja los desafíos financieros que enfrenta la petrolera estatal para equilibrar su flujo de caja, mantener la producción y atender compromisos con contratistas en un contexto de presión fiscal y alta carga de deuda.



