CIUDAD DE MÉXICO; 25 de noviembre de 2025 — El proceso de normalización de la política monetaria en México ha encontrado un obstáculo estructural. El sector financiero ha encendido un “foco amarillo” sobre la inflación subyacente, el indicador que mide las presiones de precios más persistentes, al confirmar que se mantiene por encima del umbral del 4%.
Este nivel, que se resiste a la baja, representa una amenaza directa para la convergencia al objetivo inflacionario del Banco de México (Banxico) del 3% (+/- un punto porcentual), lo que ha llevado a analistas a cuestionar la continuidad del ciclo de recortes a la tasa de interés.
La Rigidez que Preocupa al Mercado
La inflación se divide en dos grandes componentes: la general y la subyacente. Esta última, al excluir productos volátiles como energéticos y agropecuarios, es el termómetro más fiel de las presiones de demanda interna y las expectativas de precios a largo plazo.
Alberto Gómez Alcalá, director de Asuntos Institucionales de Banamex, advirtió que el hecho de que la inflación subyacente se mantenga consistentemente por encima del 4% es la principal señal de alerta. A pesar de que la inflación general haya mostrado moderación, la rigidez del componente subyacente indica que las presiones se han anclado en precios de bienes y servicios con mayor permanencia.
Análisis Clave: “El foco amarillo, no es un foco rojo, pero de alguna forma lo que está diciendo es que en la tendencia no están dadas las condiciones para converger en el objetivo de 3%,” sentenció el directivo de Banamex, incluso bajo un escenario de bajo crecimiento que, teóricamente, debería favorecer la desinflación.
El Margen de Maniobra de Banxico se Agota
Esta persistencia inflacionaria tiene implicaciones directas en la Sala de Juntas del Banco Central. La estrategia de Banxico de haber subido agresivamente las tasas de interés antes y más rápido que otros bancos centrales le proporcionó un “colchón” para iniciar un ciclo de flexibilización monetaria. Sin embargo, ese margen se está reduciendo drásticamente.
El consenso entre los analistas de Banamex sugiere que Banxico solo tiene espacio para un recorte adicional de 25 puntos base en lo que resta de 2025, proyectando una tasa de referencia que cerraría el año en 7%.
La institución financiera es clara: cualquier movimiento posterior a ese recorte “hay que pensarlo con más calma, ya no es en automático o que Banxico tenga un colchón para bajar la tasa y que no pase nada.” La necesidad de evaluar con mucha cautela los descensos adicionales subraya la prioridad de consolidar la convergencia inflacionaria.
La Doble Presión: Inflación Rígida y Crecimiento Débil
La preocupación por la inflación se enmarca en un contexto de debilidad económica. Tras el dato definitivo del PIB del tercer trimestre, que mostró una contracción del -0.2% anual, Banamex se vio obligado a revisar su pronóstico de crecimiento para todo el año 2025 a un modesto 0.2% (desde 0.4% previo).
La caída más acentuada se ha observado en el sector industrial, mientras que el sector servicios y, en menor medida, el primario, han actuado como compensadores.
Finalmente, el análisis subraya un factor de riesgo a mediano plazo: los salarios. Mientras los recientes aumentos al salario mínimo han ayudado a cubrir la brecha de poder adquisitivo generada por la inflación pasada, los futuros incrementos salariales deberán estar respaldados por una mayor productividad para evitar que se conviertan en una fuente estructural de inflación de costos.
La Mesa de Gobernadores del Banco de México enfrenta ahora una delicada encrucijada: mantener la credibilidad del objetivo de inflación mediante tasas altas que limitan la reactivación económica, o ceder a la presión de impulsar el crecimiento asumiendo el riesgo de que la inflación subyacente se consolide en niveles por encima de la meta. La balanza se inclina, por ahora, hacia la cautela monetaria.







