Por _Redacción El Censal | Veracruz, Ver. | 27 de julio de 2025*
El reciente acuerdo entre Estados Unidos y la Unión Europea, que fija un arancel del 15 % a la mayoría de productos europeos importados a territorio estadounidense, representa más que una mera tregua en la guerra comercial: podría reconfigurar flujos globales de comercio y ofrecer estrategias de rédito para México, en particular para Veracruz
¿Le conviene a México?
- Redirección de suministros y comercio
Con la UE comprometida a comprar USD 750 mil millones en energía y realizar inversiones por USD 600 mil millones en EE. UU., las cadenas de suministro se reordenan. México, socio clave en ese espacio, podría captar parte del traslado de comercio y producción, especialmente en sectores energéticos y manufactura regional - Ventaja comparativa en menor arancel
Aunque el arancel del 15 % es más bajo que la amenaza previa del 30 %, sigue superando al promedio anterior (cercano al 1 %). México podría posicionarse como proveedor alternativo tanto a EE. UU. como a Europa, sin enfrentar nuevas tarifas bilaterales, particularmente en sectores del automóvil, acero o agroindustria.
¿Qué puede ganar Veracruz?
- Expansión de la industria exportadora
Veracruz, puerta comercial logística ante EE. UU. y la UE, puede beneficiarse si empresas reorientan exportaciones agrícolas, ensamblajes automotrices o petroquímicos vía rutas mexicanas, aprovechando menor competencia europea. - Atracción de inversión productiva
Con la ola de inversiones europeas de USD 600 mil millones, existe oportunidad para captar proyectos de infraestructura, energía y manufactura en puertos como Veracruz y Coatzacoalcos, reforzando su papel estratégico en comercio bilateral - Sector energético y suministros alternos
Veracruz podría integrarse como proveedor regional en la reconfiguración energética impulsada por EE. UU.–UE, especialmente en gas natural y derivados, ante contratos masivos pactados por la Unión Europea - Oportunidades en industria automotriz y manufactura avanzada
Veracruz puede competir tanto como punto de ensamblaje industrial como hub de exportación de partes automotrices, comestibles y electrónicos, aprovechando la ventaja competitiva frente a exportaciones europeas gravadas por el nuevo arancel.
Este acuerdo, aunque diseñado desde una perspectiva transatlántica, abre una ventana para que México y Veracruz redefinan su posicionamiento estratégico en manufactura, logística, energía e inversión.