México inició su participación en la Copa Oro 2025 con un partido en el SoFi Stadium de Los Ángeles frente a República Dominicana, en un clima cargado de incertidumbre para su afición. Las recientes redadas migratorias ordenadas por la administración Trump y el despliegue de agentes federales en la ciudad han generado temor entre seguidores del “Tri”, especialmente aquellos indocumentados o en estatus migratorio irregular.
Ante este entorno, la presidenta Sheinbaum solicitó a las autoridades estadounidenses no realizar operativos durante el partido y pidió evitar acciones que pudieran disuadir a los asistentes . Concacaf y la selección mexicana también ajustaron su logística: se cambiaron hoteles y reforzaron medidas de seguridad para proteger a jugadores, personal y aficionados.
La ausencia de grupos de animación tradicionales como “Pancho Villa’s Army” y “Cielito Lindo”, que optaron por no asistir, reflejó el clima tenso: aunque se vendieron más de 50,000 boletos, muchos seguidores cancelaron su asistencia por prudencia. Con esta situación, se pone a prueba no solo la atmósfera del estadio, sino también la percepción del impacto social y cultural del torneo en las comunidades migrantes en Estados Unidos.