CIUDAD DE MÉXICO. – El Banco de México (Banxico) ha encendido las señales de alerta para la economía familiar al cierre de este año. En su más reciente reporte, el banco central anticipa que la inflación en México experimentará niveles más elevados durante la primera mitad de 2025, lo que sugiere que el costo de vida seguirá bajo presión durante los próximos meses.
A pesar de los esfuerzos por controlar el índice de precios, factores internos y externos están impidiendo que la inflación converja hacia la meta del 3% con la rapidez que se esperaba.
Los puntos críticos del anuncio:
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Persistencia en Servicios: La inflación en el sector de servicios (restaurantes, seguros, educación, vivienda) se mantiene “pegajosa”, es decir, no baja al ritmo deseado, lo que presiona el indicador general.
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Ajuste de Expectativas: Banxico ha tenido que recalibrar sus pronósticos, admitiendo que el regreso al rango objetivo se verá retrasado, posiblemente hasta finales de 2025 o inicios de 2026.
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Impacto en Tasas de Interés: Esta previsión de mayor inflación sugiere que el Banco de México podría mantener las tasas de interés en niveles altos por más tiempo, buscando desincentivar el consumo para frenar el alza de precios.
¿Por qué subirá la inflación en 2025?
Según el análisis de los expertos y la junta de gobierno de Banxico, existen varios factores que impulsarán los precios al inicio del próximo año:
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Presiones Salariales: Los ajustes al salario mínimo, aunque benefician al trabajador, suelen trasladarse a los precios finales de los productos por parte de las empresas.
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Volatilidad del Tipo de Cambio: Las fluctuaciones del peso frente al dólar encarecen las importaciones de insumos básicos y bienes de consumo.
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Choques en Agropecuarios: La volatilidad en los precios de frutas y verduras, afectada por condiciones climáticas, sigue siendo un componente impredecible que dispara la inflación no subyacente.
Recomendaciones para las finanzas personales
Ante este panorama, especialistas financieros sugieren a la población tomar medidas preventivas:
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Evitar deudas variables: Dado que las tasas de interés se mantendrán altas, es recomendable no contratar créditos que no tengan una tasa fija.
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Presupuesto riguroso: Priorizar el gasto en bienes de primera necesidad y reducir el gasto discrecional (gastos “hormiga”).
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Inversiones con rendimientos: Buscar instrumentos que ofrezcan rendimientos por encima de la inflación para evitar que el ahorro pierda valor adquisitivo.







