Darío Fabian Hernández González
Investigador Académico en el Instituto de Investigaciones en Estudios superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la Universidad Veracruzana.
El anuncio presidencia de México respecto a que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), realizará 17 proyectos de Infraestructura Hídrica como parte del Plan Nacional Hídrico, durante el sexenio de la Presidenta Claudia Sheinbaun, en el que se invertirán $122 mil 600 millones de pesos en zonas prioritarias de mayor escasez de agua, será importante pero no suficiente para mitigar los efectos económicos, ambientales y sociales de la recesión global que propicia la decisión unilateral de imponer aranceles por parte de la presidencia de Estados Unidos.
El plan nacional hídrico podría ayudar a mitigar los efectos de la recesión económica global si se adiciona y complementa con la utilización de recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) del Ramo 33, en proyectos hídricos en todos o la mayoría de los 2,477 municipios y demarcaciones territoriales de México, recursos de los que declaró la presidenta de nuestro país, que su uso (del FAIS) en “proyectos hídricos” será voluntad de los municipios y por ello; resulta prioritario, estratégico y urgente un Plan Estructural Hídrico en las Entidades Federativas; para contener no sólo el tema ambiental y social del abasto de agua, sino porque la industria manufacturera y agroindustria que la recesión económica está socavando, están urgidas de disponer de agua para funcionar y mitigar sus costos de operación.
El plan hídrico en el ámbito subnacional, debe ser parte de un plan estratégico y estructural en los Estados del país que coordinen esfuerzos en y con los municipios (libres y soberanos) que los integran y conforman, los Estados deben desarrollar un plan o programa prioritario que sea el eje central o al menos complementario de su plan estatal de desarrollo; enfocado a contener los efectos del desabasto, baja en las exportaciones, empleo, salario, actividad económica en general, junto con garantizar optimización del abasto de agua y de energía en particular, propiciando concurrencia con las estrategias y acciones que en materia de agua y sistemas hídricos implementen en sus municipios.
En el caso particular del Estado de Veracruz y de sus 212 municipios, lo más urgente y prioritario, es que este plan estratégico estructural Veracruzano de reconfiguración económica, priorice que en el corto plazo se mejore y garantice el suministro hídrico, con plantas de tratamiento de aguas residuales de las cuales el estado de Veracruz tiene casi 700 infraestructuras en desuso, y de ellas menos del 10% tienen algún funcionamiento que no necesariamente es óptimo o al menos suficiente, los sistemas hídricos del Estado de Veracruz son obsoletos, presentan fugas y hay un gran descontrol, precios altos y grandes pérdidas (físicas y financieras) en relación al suministro de agua, lo que significa que todo esfuerzo de reconversión, de reestructuración y reconfiguración de auto abasto de cadenas productivas sería en vano sino se mejoran las condiciones, los volúmenes de disposición y el reúso del agua como el bien más urgente de atender en toda acción de gobierno hoy día. El cambio climático hace tiempo que nos pasó por encima, esto quiere decir; que el abasto de agua y de energía no es suficiente ni para el consumo interno, de la población veracruzana, mucho menos lo será para una reconversión o reconfiguración industrial y agroindustrial.
Verdaderamente representa un desafío convencer a las entidades federativas y los municipios para que coordinen esfuerzos en un solo plan estratégico estructural que prevéa como prioridad el suministro de agua en sus territorios, generalmente ocupan sus recursos para infraestructura de obra civil como calles, banquetas y guarniciones con algunas rehabilitaciones como el “bacheo”, porque es más sencillo para ellos, menos comprometido para justificar gastos y les permite algunas disposiciones financieras (en algunos casos). Verdaderamente es un desafío que sus planes programas y proyectos municipales y estatales sean concurrentes en el gasto gubernamental y puedan de manera conjunta, realizar concurrencia de gasto no solo entre las entidades federativas y sus municipios respectivos sino entre municipios de una misma entidad federativa y entre municipios de entidades federativas, porque el agua del país como en el mundo no se circunscribe a fronteras político administrativas, nunca se contiene ni se limita a ellas.
Las industrias exportadoras más importantes por el volumen de su generación de riqueza y empleo, que sostienen la economía veracruzana son: la industria del aluminio y el acero principalmente generado en la zona portuaria e industrial de la ciudad puerto de Veracruz; la industria porcicola que principalmente se genera en el altiplano veracruzano en la zona de Perote; la agroproducción de cítricos desde Martínez a Álamo Temapache Veracruz; la producción cafetalera de las regiones capital y de las grandes montañas desde Coatepec hasta Ixhuatlán del Café, la industria cañera de la zona tropical y de bosque tropical principalmente de las costas veracruzanas, pero existente en todo el territorio, todas ellas ya están siendo afectadas por la guerra comercial y urge un plan de acción inmediata para el fortalecimiento de las cadenas productivas de estos sectores estratégicos veracruzanos, de los que se financian otros sectores igualmente importantes generadores de riqueza y empleo a nivel Veracruz.
