Xalapa, Veracruz. 22 de octubre de 2025- La exitosa serie de HBO Succession, creada por Jesse Armstrong, ha captado no solo a millones de espectadores, sino también el interés por su origen ficcional: la familia Roy guarda sorprendentes paralelismos con los Murdoch, uno de los clanes mediáticos más poderosos del siglo XXI.
Un patriarca todopoderoso
En la ficción, Logan Roy es un magnate implacable dueño de un conglomerado mediático y de entretenimiento llamado Waystar Royco. En la realidad, Rupert Murdoch ha construido un imperio mediático global a partir de periódicos, canales de televisión y plataformas digitales. Ambos personajes comparten el estilo autoritario, la ambición expansiva y una arraigada ideología conservadora.
Armstrong confesó que Murdoch estaba “muy en el trasfondo” de la creación de los Roy, e incluso planteó originalmente un guion titulado Murdoch, sobre la celebración del 78° cumpleaños del magnate y las tensiones familiares que surgen a raíz de su petición de modificar el testamento familiar.
Los hijos y el juego del poder
Los Roy compiten entre sí por suceder a Logan, demostrando alianzas frágiles, traiciones y una constante ambivalencia emocional con su padre. Esta es una dinámica no ajena a los Murdoch.
Shiv Roy podría tener su contraparte en Elisabeth Murdoch, hija de Rupert y empresaria con experiencia propia fuera del imperio familiar, pero que terminó regresando al núcleo mediático parental.
Roman y Kendall Roy reflejan rasgos de Lachlan y James Murdoch, especialmente en las luchas por el poder y la forma en que Rupert ha repartido roles dentro de su imperio mediático.
Connor Roy, el hijo mayor algo desconectado, podría evocar elementos de Prudence Murdoch, quien ha mantenido una relación distante con el negocio familiar.
Las historias de fusiones, ventas de empresas mediáticas, adquisiciones de startups digitales y escándalos —incluyendo la cobertura mediática de controversias internas— son puntos en común que el guion de Succession ha explotado para crear su drama.
¿Ficción exagerada o espejo real?
Los creadores de Succession han insistido repetidamente en que la serie no es un retrato literal de los Murdoch, sino un “artefacto satírico” de varias dinastías mediáticas contemporáneas, incluyendo a los Hearsts y Redstones.
Sin embargo, incluso miembros de la familia Murdoch parecen reconocer el parentesco. Charlotte Freud, nieta de Rupert, dijo en entrevistas que la serie “es totalmente precisa” en cuanto a las tensiones familiares y que, en su opinión, su madre se parece bastante al personaje de Shiv Roy.
Succession ha logrado capturar la atención global no solo por su ritmo narrativo y su humor negro, sino también por su capacidad para reflejar, con mezcla de exageración dramática y punzante ironía, las dinámicas de poder, el rencor familiar y las luchas sucesorias de los grandes imperios mediáticos.
Mientras la audiencia debate qué tan cerca está la serie de la realidad, queda claro que Rupert Murdoch y su saga familiar aportaron más que unas cuantas escenas: sirvieron de chispa creativa para un retrato ficcional que, a medias entre el espejo y la caricatura, ha revelado las grietas del poder y del legado mediático contemporáneo.







