Los Diablos Rojos del México (53 – 22) cerraron una destacada serie en el Estadio Beto Ávila con una limpia de tres triunfos frente a El Águila de Veracruz (37 – 40), marcando la primera barrida del equipo capitalino en suelo veracruzano desde julio de 1999, cuando ganaron 3‑0, 3‑2 y 4‑3
Pitcheo sobresaliente
Brooks Hall abrió el primer juego y registró su primera victoria de la temporada, trabajando 5 entradas, recibiendo apenas 2 hits, otorgando 1 base por bola y ponchando a 2 oponentes.
El bullpen brilló con 9 entradas seguidas sin aceptar carreras, aportando a la segunda blanqueada de la campaña para los Diablos.
Producción oportuna en la ofensiva
Moisés Gutiérrez produjo la carrera decisiva con un doble en la segunda entrada.
José Rondón impulsó la segunda anotación con un sencillo en la tercera entrada.
En total, la ofensiva escarlata sumó cuatro bases robadas: dos de Gutiérrez, una de Ramón Flores y otra de José Pirela.
Contexto e impacto
Esta serie representa un logro significativo para los capitalinos, pues no barrían en Veracruz desde 1999, cuando consiguieron tres victorias consecutivas del 25 al 27 de julio.
Con este triunfo, los Diablos alcanzan cinco victorias consecutivas y consolidan su condición como líderes de la Zona Sur en la Liga Mexicana de Béisbol.
Próximo desafío
El equipo del México se trasladará ahora a Mérida para enfrentar a los Leones de Yucatán en una serie de media semana (martes a jueves) en el Estadio Kukulcán.
Se espera que Wilmer Font abra el primer encuentro para los escarlatas.
Conclusión
Los Diablos Rojos consolidan su campaña con una serie impecable en casa ajena, guiados por una labor combinada de su cuerpo de lanzadores y la producción oportuna de su ofensiva. La barrida en Veracruz no solo marca un hito histórico tras 26 años, sino que fortalece su posición como contendientes fuertes en la lucha por la ventaja en la Zona Sur.