Washington, 25 de agosto de 2025 – En un movimiento que hace temblar los cimientos de la autonomía del banco central estadounidense, el presidente Donald Trump anunció hoy el despido de la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, citando alegaciones de fraude hipotecario. La decisión marca una escalada inédita en la lucha entre el Ejecutivo y una institución que históricamente se resiste al influjo político.
Alegaciones sobre una hipoteca y un golpe a la independencia monetaria
El detonador oficial fue un comunicado del director de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA), Bill Pulte —un aliado de Trump—, quien acusó a Cook de haber solicitado tasas hipotecarias más favorables al presentar dos viviendas distintas, en Ann Arbor y en Atlanta, como residencia principal en 2021. Trump afirmó en una misiva que “hay causales suficientes” para esta decisión.
No obstante, el destino de la gobernadora no estaba definido: Cook había rechazado la petición de renuncia, declarando que no se dejaría “intimidar”.
Un precedente arriesgado
La Constitución y el Estatuto de la Fed limitan las facultades presidenciales para destituir a un gobernador: solo puede hacerse “por causa justificada”. Esto ha sido reforzado por recientes fallos judiciales que protegen la independencia de los miembros del banco central. La medida, por tanto, abre la puerta a una batalla legal que cuestionará hasta qué punto puede el Presidente imponer su voluntad sobre la institución monetaria.
Reacciones y consecuencias inmediatas
La decisión ha generado alarma entre analistas financieros globales, que la interpretan como un riesgo al prestigio y la credibilidad de la Reserva Federal. Se anticipa un recrudecimiento de las tensiones, con posibles efectos colaterales en los mercados: debilitamiento del dólar, alza en el precio del oro y del yen, y presiones a la baja sobre los tipos de interés.
¿Una jugada política con costo material?
Trump ha impulsado esta medida en un momento clave: busca tomar control de las políticas monetarias atacando a la Fed, especialmente a su presidente, Jerome Powell, y presionando por recortes en las tasas. Con el despido de Cook, abre un asiento para instalar a un perfil más alineado con sus prioridades, aunque debe hacerlo dentro de los límites del Senado y la ley.
Lisa Cook: una figura en el centro de la tormenta
Gobernadora designada en tiempos de Biden, Lisa Cook era la primera mujer afroestadounidense en ocupar su posición, reconocida por su experiencia académica y su discreción. Hasta hoy, rechazaba todo cargo con determinación pública, incluso ante el deslizamiento de su nombre a la arena política.
Conclusión: La destitución de Lisa Cook representa más que la caída de una funcionaria. Es un golpe de timón en la relación entre el poder político y la banca central y un momento decisivo en la historia reciente de la Reserva Federal. La transparencia institucional y la estabilidad monetaria están ahora bajo escrutinio internacional.