Xalapa, Ver., 26 de septiembre de 2025. — El Gobierno del Estado de Veracruz aseguró que antes del 30 de septiembre quedarán regularizados los pagos atrasados al personal médico, de enfermería y administrativo del Hospital Materno Infantil IMSS-Bienestar, tras varios días de incertidumbre que generaron inconformidad y preocupación entre los trabajadores de la salud.
La instrucción de resolver el problema provino directamente de la gobernadora Rocío Nahle García, quien pidió a las dependencias estatales coordinarse con la federación para garantizar que cada peso llegue a quienes han mantenido la operación del hospital en medio de la transición administrativa.
El origen del problema: ajustes en la transición al IMSS-Bienestar
El atraso en los pagos no obedeció a falta de recursos, sino al proceso de integración administrativa que atraviesa el hospital tras incorporarse al esquema del IMSS-Bienestar, el programa federal que sustituye al INSABI y que busca unificar la atención médica gratuita en todo el país.
Durante este periodo de transición, se han registrado desajustes contables y de nómina que afectaron a médicos generales, especialistas, enfermeras y trabajadores administrativos. La falta de claridad en los flujos financieros provocó que varios empleados quedaran en espera de su salario por semanas.
Reuniones y compromisos oficiales
Para atender la situación, el secretario de Finanzas y Planeación (Sefiplan), Miguel Santiago Reyes Hernández, junto con el subsecretario de Egresos, Carlos Adolfo Contreras Muro, acudieron al hospital para dialogar con la directora de la unidad y con representantes del personal.
En el encuentro se explicó que la gobernadora Nahle giró instrucciones precisas para que se liberen los pagos a más tardar el 30 de septiembre, y se estableció una mesa de seguimiento interinstitucional en la que participan Sefiplan, la Secretaría de Salud de Veracruz, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el propio IMSS-Bienestar.
El objetivo es que no solo se salden los adeudos actuales, sino que se construya un mecanismo permanente que evite retrasos en el futuro.
Impacto en el personal: preocupación y resiliencia
Para muchos trabajadores, el atraso en los pagos significó estrés financiero y emocional. Médicos jóvenes con contratos temporales y personal de enfermería señalaron que dependían del salario para cubrir rentas, transporte y alimentación.
“Somos quienes mantenemos en pie la atención del hospital, y lo mínimo que esperamos es certeza en nuestro pago. No se trata de un bono, se trata de nuestro derecho laboral”, comentó una trabajadora administrativa que prefirió mantener el anonimato.
Pese a la molestia, el personal mantuvo las actividades hospitalarias sin suspender servicios, mostrando un fuerte compromiso con los pacientes y con la comunidad a la que atienden.
Retos de fondo: IMSS-Bienestar y la coordinación Estado-Federación
El incidente pone en evidencia algunos de los desafíos estructurales del proceso de federalización de la salud:
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Armonización administrativa lenta: los expedientes, contratos y nóminas estatales deben migrar a un sistema nacional, lo que genera retrasos y duplicidades.
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Flujo de recursos: aunque la federación garantiza el financiamiento, la dispersión de pagos depende de una coordinación precisa con las tesorerías estatales.
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Comunicación deficiente: los trabajadores afectados señalaron falta de información clara sobre cuándo y cómo se resolverían los pagos, lo que incrementó la incertidumbre.
Especialistas en políticas públicas señalan que la integración del IMSS-Bienestar es un proyecto ambicioso, pero requiere ajustes finos para no trasladar los costos administrativos a los propios empleados del sector salud.
Compromisos y próximos pasos
El Gobierno de Veracruz enfatizó que el compromiso con el personal médico y administrativo no es solo financiero, sino también de respeto y dignidad laboral. La gobernadora Rocío Nahle instruyó a que, además de saldar los pagos, se diseñe un plan de estabilidad en la plantilla, con el fin de evitar que las incertidumbres salariales afecten la moral de los equipos de salud.
Asimismo, se adelantó que el caso servirá como precedente para revisar otras unidades médicas que se encuentran en proceso de transición al IMSS-Bienestar, de manera que no se repita el mismo escenario.
Conclusión: un compromiso que trasciende los salarios
Aunque el anuncio de regularización antes del 30 de septiembre alivia la tensión inmediata, el episodio revela la fragilidad de los procesos de coordinación entre Estado y Federación en el sector salud.
Para Veracruz, el reto no es solo pagar a tiempo, sino garantizar que el personal médico y administrativo —columna vertebral de cualquier sistema de salud— cuente con certeza laboral, infraestructura adecuada y respaldo institucional.
El gobierno estatal promete que esta será la última ocasión en que se repita un atraso de este tipo. La ciudadanía y el personal de salud estarán atentos a que así sea.