El papel del servidor público en el contexto de la administración pública

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José Guadalupe Altamirano Castro

Licenciado en Pedagogía y Licenciado en Derecho, Maestro en Administración Pública, Maestro en Derecho Procesal Penal, Doctor en Derecho. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT, Nivel 1. Miembro del Padrón de Investigadores del Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (COVEYCIDET). Actualmente es Profesor-Investigador de El Colegio de Veracruz.

 

Para señalar el papel del servidor público en el ámbito de la administración pública es pertinente retomar lo estipulado en la carta iberoamericana de los derechos y deberes del ciudadano en relación con la administración pública, que textualmente
detalla lo siguiente.
La Administración Pública siempre ha estado, está, y seguirá estando, presidida por el muy noble y superior principio de servir con objetividad al interés general. Ahora, con más medios materiales y más personal preparado, tal exigencia en el funcionamiento y estructura de la Administración Pública implica que el conjunto de derechos y deberes que definen la posición jurídica del ciudadano esté más claramente reconocido en el ordenamiento jurídico y, por ende, sea mejor conocido por todos los ciudadanos (Carta iberoamericana de los derechos y deberes del ciudadano en relación con la administración pública: 3).
Además, la administración pública a través de los diversos organismos que la integran utiliza una serie de instrumentos y mecanismos de índole jurídica, técnica y práctica que se conocen como políticas públicas, mismo que derivan de los planes de gobierno. Para el propósito de la mejor comprensión de su significado traemos a colación la definición propuesta por Julio Franco, que va en el siguiente sentido. Las políticas públicas son acciones de gobierno con objetivos de interés público que surgen de decisiones sustentadas en un proceso de diagnóstico y análisis de factibilidad, para la atención efectiva de problemas públicos específicos, en donde participa la ciudadanía en la definición de problemas y soluciones (Franco, 2013).
En virtud que el servidor público es una de las variables de análisis más importantes es que se arriba a contextualizarlo como sujeto activo de la administración pública. Esto es, las políticas públicas deben ser desarrolladas por actores sociales, identificados como servidores públicos, ubicados en los tres niveles de gobierno y en los tres poderes según la organización política de la nación mexicana.

Entendiéndose que el desempeño del servidor público debe ser un ejemplo en cuanto a ética, profesionalismo y eficiencia para alcanzar los resultados que la ciudadanía demanda. Dada su relevancia y participación en la puesta en marcha de las políticas públicas es necesario destacar la concepción de servidor público por cuanto a las características de la ejemplaridad que debe significar su desempeño, vertida en el punto treinta de las “Reglas vinculadas a la gestión pública para los miembros del Poder Ejecutivo”, reguladas en el “Código Iberoamericano de Buen Gobierno”, que puntualiza lo siguiente: Procurarán, en el ejercicio de sus funciones, que su desempeño sea una efectiva referencia de ejemplaridad en la actuación de los empleados públicos. Esta ejemplaridad habrá de predicarse, igualmente, para el cumplimiento de las obligaciones que, como ciudadanos, les exigen las leyes (Numeral 30 del Código Iberoamericano de Buen Gobierno).

En ese orden de ideas la administración pública se materializa a través de los actos administrativos ejecutados por los servidores públicos en todos los momentos del proceso administrativo burocrático, por ello resulta prudente referirse a lo que es el servicio público y dilucidar la concepción de servidor público y la relevancia de su quehacer en el despacho de los asuntos públicos. El servicio público puede entenderse como el quehacer cotidiano que realizan los servidores públicos para satisfacer las necesidades de los ciudadanos, con fundamento en un marco normativo institucional, en apego a un código de ética y de manera profesional y responsable de tal suerte que haya satisfacción en los usuarios por los servicios recibidos.
En este orden de ideas cabe a la perfección aquel famoso discurso visto y escuchado en la película “El Ministro y Yo” del año 1975, protagonizada por el recordado humorista mexicano Mario Moreno “Cantinflas”, en el que hace un reflexión sobre el desempeño de la burocracia y que traemos en su integridad para contextualizar lo que se intenta significar. ( )… Ustedes tiene un concepto muy equivocado de lo que es la burocracia, ¿saben de donde proviene esa palabrita?, buro de francés, “bureau” que en español quiere decir escritorio, y cracia del griego “cratos” que significa poder, en otras palabras, es decir ustedes, ejercen el poder desde los escritorios,pero no toda la culpa es de ustedes, no, si ustedes son buenas gentes, la culpa más bien es de sus superiores, de “jefes como usted”, de muchos como usted que son aves de paso que no han sabido inculcar en los empleados públicos el verdadero sentido de la burocracia y la responsabilidad que esta encierra, porque las fallas en la administración frenan el desarrollo, el progreso, la democracia, y, ¿saben lo que es democracia?, el poder del pueblo por el pueblo y aunque ustedes también son pueblo se olvidan de los que están allá afuera, de los que esperan, de los que hacen cola como “estos”, que también son pueblo, y que ellos dependen de ustedes pero ustedes también dependen de ellos, porque ellos al pagar sus impuestos, sus contribuciones están pagando los sueldos de todos ustedes, sus vacaciones, sus servicios médicos, sus jubilaciones, en otras palabras, todos necesitamos de todos, vivimos en un mundo agresivo, en un mundo angustioso donde nadie creemos en nadie, hemos perdido hasta nuestra propia fe, ¿porque?, ¿porque les estoy hablando?, si a lo mejor ni me entienden, estoy predicando en el desierto…” (Película el ministro y yo, 1975).

Esta conocida reflexión sin duda expone a detalle cual ha sido la historia real del sentido con el que se ha conducido el servicio público en el país, y que para nada está alejada de lo que hoy se vive en diversas instituciones sobre la forma errónea en que se concibe la función pública.

Fuentes de consulta:
• Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD). (2006).
Código Iberoamericano de Buen Gobierno. CLAD
• Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD). (2013).
Carta Iberoamericana de los Derechos y Deberes del Ciudadano en relación
con la Administración Pública. CLAD.
• De Fuentes, M. (Director). (1975). El ministro y yo [Película]. Diana Films.
• Franco Corzo, J. (2013). Diseño de Políticas públicas. Editorial IEXE

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