El Buen Fin 2025: oportunidad de crecimiento para el consumo en Veracruz

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Ciudad de México / Xalapa, Ver. | 26 de agosto de 2025

México se prepara para la XV edición de El Buen Fin, el equivalente local al “Black Friday”, que se celebrará del 13 al 17 de noviembre. Desde su lanzamiento en 2011, el programa se ha consolidado como un termómetro del consumo nacional. En 2024 generó ventas por 172,900 millones de pesos; en 2025, la meta es superar esa cifra, pese a la inflación y la desaceleración del poder de compra.

Para Veracruz, donde el comercio minorista y de servicios representa más del 50 % de la actividad económica en municipios clave como Xalapa, Veracruz puerto y Coatzacoalcos, el evento se perfila como un motor de derrama local y una herramienta para impulsar a las mipymes, que sostienen más del 80 % del empleo en el estado.


OXXO: presencia masiva en Veracruz

La novedad más visible es la inclusión de OXXO, con más de 1,500 sucursales en Veracruz, que atienden diariamente a millones de consumidores. Su participación no es menor: refuerza la narrativa de consumo de productos nacionales y garantiza que la promoción llegue hasta comunidades intermedias y zonas rurales donde los grandes almacenes no tienen presencia.

El contexto, sin embargo, es delicado: la cadena ha debido cerrar temporalmente sucursales en la entidad por motivos de inseguridad. Aun así, su adhesión da capilaridad territorial al programa y convierte a Veracruz en un espacio clave para medir el alcance del Buen Fin en regiones con retos de seguridad y desigualdad.


Walmart: la pieza que podría inclinar la balanza

El eventual regreso de Walmart —con sus formatos Sam’s Club y Bodega Aurrerá— tendría un impacto directo en Veracruz, donde la cadena concentra decenas de sucursales y es punto de referencia para las compras familiares. Para los consumidores locales, su regreso significaría mayor diversidad de ofertas y, potencialmente, presión competitiva para cadenas regionales y comercios independientes.

Si se concreta, el evento podría transformar el Buen Fin en un periodo de alta competencia en plazas como Xalapa, Veracruz puerto y Córdoba, donde Walmart disputa mercado con cadenas como Chedraui, originaria del estado.


Veracruz y el reto de las mipymes

El gobierno insiste en que este año las mipymes tendrán un papel más visible. En 2024, apenas 170,000 de las 5 millones de unidades económicas del país participaron. Veracruz, con más de 400,000 mipymes registradas, tiene la oportunidad de convertir el Buen Fin en un escaparate para pequeños negocios de comercio electrónico, servicios y manufacturas ligeras.

La Secretaría de Economía ha anunciado que Nacional Financiera abrirá líneas de financiamiento, aunque sin detallar montos ni requisitos. Para Veracruz, donde muchas empresas operan en condiciones de informalidad o con bajos márgenes de crédito, el reto será incorporarse al circuito formal de ventas y aprovechar el impulso publicitario del evento.


Un cierre de año con implicaciones fiscales y sociales

Más que un programa de consumo, el Buen Fin cumple 15 años como una herramienta de política económica. Para el estado de Veracruz, su impacto trasciende el corto plazo: la derrama económica que se espera en sectores como comercio minorista, restaurantes, transporte y servicios financieros puede representar un cierre positivo de año en medio de tensiones fiscales municipales y presiones sociales por el alza en precios de energéticos y alimentos.

La edición 2025 se extenderá a cinco días, bajo el argumento de dar espacio a compras más razonadas y menos compulsivas. Pero en Veracruz, donde el gasto familiar está marcado por presupuestos ajustados y deudas crecientes, el desafío será si las familias realmente tendrán margen para aprovechar las ofertas.

El Buen Fin refuerza su papel como barómetro de confianza nacional. Para Veracruz, el evento será una prueba de fuego: ¿podrán las mipymes locales competir en un mercado dominado por gigantes como OXXO y Walmart? ¿Se traducirá la narrativa de “Hecho en México” en mayor derrama para productores y comerciantes locales?

El impacto será doble: económico, en términos de ventas y recaudación, y simbólico, al medir la capacidad de un estado diverso y complejo como Veracruz de insertarse en las dinámicas nacionales de consumo. En noviembre, más que descuentos, estará en juego la confianza del consumidor veracruzano y la fortaleza de su mercado interno.

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