Ciudad de Washington, 13 de octubre de 2025. — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, proclamó este lunes el inicio de una nueva “era de paz en Medio Oriente” tras la firma de un acuerdo trilateral con Israel y Egipto. Sin embargo, expertos internacionales y observadores de la región señalaron que el anuncio es más simbólico que sustantivo, pues los principales conflictos y tensiones políticas siguen sin resolverse.
Un acuerdo de alto perfil con resultados inciertos
El acto, celebrado en la Casa Blanca, reunió al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y al presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi. Trump destacó el documento como “el paso definitivo hacia la estabilidad regional”, asegurando que el acuerdo contempla cooperación económica, medidas de seguridad fronteriza y apoyo humanitario a Gaza.
“Hoy marcamos el fin de décadas de conflicto y damos inicio a una nueva etapa de esperanza”, declaró Trump ante la prensa internacional. Sin embargo, el texto firmado no establece compromisos concretos sobre temas clave como el reconocimiento del Estado palestino, la retirada de tropas israelíes de Cisjordania o el desarme de Hamas.
Reacciones mixtas en la comunidad internacional
La ONU y la Unión Europea reaccionaron con cautela al anuncio. Diplomáticos europeos señalaron que, si bien el acuerdo podría reducir temporalmente la violencia, no aborda las causas profundas del conflicto.
“Hablar de paz sin incluir a Palestina en la mesa de negociación es una omisión grave”, indicó un vocero de la Unión Europea desde Bruselas.
Mientras tanto, en Ramala y Gaza, líderes palestinos calificaron la declaración como un “acto unilateral” que beneficia exclusivamente a Israel y a la administración estadounidense. Algunos grupos incluso convocaron protestas para los próximos días.
Un movimiento con tinte político
Analistas consideran que este nuevo anuncio forma parte de la estrategia de Trump para reforzar su imagen internacional de cara a la campaña presidencial de 2026. En meses recientes, el mandatario ha buscado proyectarse como mediador global, tras su reunión con líderes de Corea del Norte y su visita a Ucrania.
“El discurso de paz de Trump tiene más valor político interno que diplomático real”, opinó el analista David Rothkopf en declaraciones a The Guardian. “Es una maniobra para recuperar popularidad en un momento en que la política exterior estadounidense atraviesa una crisis de credibilidad”.
Contexto histórico
El anuncio ocurre en el marco de un Medio Oriente aún convulso: la reconstrucción de Gaza sigue incompleta tras los ataques de 2024, Israel enfrenta divisiones internas por la expansión de asentamientos, e Irán continúa bajo sanciones internacionales.
Aun así, Washington sostiene que su compromiso con la estabilidad de la región “sigue siendo firme”.
Aunque el mensaje de Trump resuena como una promesa de reconciliación, la realidad política y militar de Medio Oriente sugiere que la paz definitiva aún está lejos. El acuerdo, más que un punto de llegada, podría representar el inicio de una nueva etapa de tensiones diplomáticas bajo un discurso de aparente armonía.