Santa Clara, California. — En lo que se perfila como la operación más grande en su historia corporativa, NVIDIA ha dado un golpe de autoridad en la industria de los semiconductores. La compañía liderada por Jensen Huang acordó una transacción valorada en 20,000 millones de dólares (mdd) en efectivo para hacerse con los activos tecnológicos y el equipo de ingeniería de Groq, la startup que prometía desafiar su hegemonía.
Un movimiento estratégico: “Acquihire” y Licencias
Aunque inicialmente reportada como una compra total, la operación tiene matices clave. Oficialmente, se trata de un acuerdo de licencia no exclusiva de la tecnología de Groq y la absorción de su talento clave.
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El talento: Jonathan Ross, fundador de Groq (y ex creador de las TPU de Google), junto con su presidente Sunny Madra y el equipo de ingeniería de élite, pasarán a formar parte de la plantilla de NVIDIA.
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La tecnología: NVIDIA integrará la arquitectura de LPU (Unidad de Procesamiento de Lenguaje) de Groq, diseñada específicamente para ejecutar modelos de lenguaje (inferencia) a velocidades ultra rápidas y con menor consumo energético que las GPU tradicionales.
¿Qué pasa con Groq?
La marca no desaparece del todo, pero cambia radicalmente. GroqCloud continuará operando como una entidad independiente bajo el liderazgo del nuevo CEO, Simon Edwards, enfocándose en servicios de nube, aunque ahora sin el equipo que diseñó sus chips revolucionarios.
El objetivo: Ganar la guerra de la Inferencia
NVIDIA ya domina el entrenamiento de IA, pero la batalla actual está en la inferencia (la ejecución de la IA en tiempo real). La tecnología de Groq ofrecía una velocidad superior para chatbots y aplicaciones instantáneas. Con esta jugada maestra de 20,000 mdd, NVIDIA neutraliza a un competidor emergente y refuerza su arsenal para mantener su monopolio frente a rivales como AMD e Intel.



