Al cierre del primer trimestre de 2025, los créditos fiscales impuestos por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) alcanzaron los 2.9 billones de pesos, cifra que representa aproximadamente un tercio del gasto público previsto para este año, estimado en 9.3 billones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) .
Estos créditos fiscales corresponden a deudas de contribuyentes, tanto personas físicas como morales, por conceptos como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y otros gravámenes. El saldo actual muestra un incremento de casi 400,000 millones de pesos en comparación con el mismo periodo del año anterior, evidenciando un ritmo acelerado en su crecimiento .
Álvaro Enrique Cordón, integrante de la Comisión Técnica de Auditoría Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM), señala que muchos empresarios no han podido cubrir sus pagos oportunamente. Tras las revisiones fiscales del SAT y las presiones para cumplir, los contribuyentes comienzan a pagar sus impuestos, firmando créditos que deben saldarse en plazos de 12, 24, 36 o 48 meses. Estos créditos pueden incrementarse significativamente debido a recargos e intereses por falta de pago o por una fiscalización más agresiva por parte de la autoridad .
Del total de los créditos fiscales, el 65.6% están en controversia, es decir, que los contribuyentes han interpuesto algún método de defensa contra el cobro por parte del SAT. Mientras se resuelven estas controversias, los saldos de las deudas continúan aumentando. Además, el 21% de los créditos son no controvertidos y factibles de cobro, mientras que el 13% restante son no controvertidos con baja probabilidad de recuperación, debido a que corresponden a deudores insolventes o no localizados .
Este panorama refleja los desafíos que enfrenta el SAT en materia de recaudación y la necesidad de estrategias eficaces para gestionar y recuperar los créditos fiscales pendientes.