Ciudad de México, 16 de noviembre de 2025 — Miles de jóvenes de la llamada Generación Z salieron a las calles el 15 de noviembre para participar en una de las movilizaciones juveniles más grandes registradas en los últimos años en la capital del país. La protesta, que recorrió puntos clave del Centro Histórico, derivó en enfrentamientos y tensiones con elementos de la policía, dejando un saldo de disturbios menores y señalamientos cruzados entre autoridades y organizadores.
Una movilización atípica y de gran alcance
La marcha destacó no solo por el número de participantes jóvenes, sino por la rapidez con la que se organizó en plataformas como TikTok, X, Instagram y Facebook, donde en apenas días circularon videos, convocatorias y hashtags que se hicieron virales. Testimonios en el lugar reportaron presencia de colectivos estudiantiles, creadoras y creadores de contenido, así como jóvenes que expresaron descontento frente a temas como inseguridad, corrupción, impunidad y deterioro económico.
Aunque la mayor parte del recorrido transcurrió de forma pacífica, algunos grupos se enfrentaron con policías que resguardaban edificios gubernamentales, lo que tensó aún más el ambiente de la manifestación.
Gobierno acusa operación financiada desde el exterior
Durante su conferencia matutina, el gobierno federal afirmó que la marcha no fue espontánea, sino que estaría vinculada a una “operación digital pagada” atribuida a redes con presuntos vínculos con grupos de derecha internacional. Según información presentada por autoridades, esta estrategia digital habría movilizado recursos estimados en más de 90 millones de pesos para amplificar mensajes, pagar anuncios segmentados y promover contenido dirigido especialmente a usuarios jóvenes.
El análisis oficial señala que parte de las cuentas más activas en la difusión de convocatorias eran perfiles recién creados, administrados desde el extranjero o con historial de pautas pagadas. También se mencionó la participación de microinfluencers y campañas coordinadas que impulsaron tendencias durante varios días previos a la marcha.
Una generación que exige ser escuchada
Independientemente del origen de la movilización, especialistas coinciden en que la Generación Z mexicana está mostrando niveles inéditos de politización, expresándose a través de formatos digitales y utilizando narrativas distintas a las de generaciones previas. Su presencia en la marcha refleja un clima de malestar social acumulado, especialmente en temas como violencia, falta de oportunidades laborales, precarización económica y desconfianza hacia instituciones públicas.
Escenario político en tensión
La confrontación entre el relato gubernamental y la percepción ciudadana podría profundizar la polarización de cara a los próximos meses. Mientras autoridades mantienen la postura de que la marcha formó parte de una estrategia de desinformación internacional, diversos jóvenes han rechazado esa versión al considerar que sus demandas son legítimas y responden a problemáticas reales.
La protesta del 15 de noviembre podría convertirse en un punto de inflexión para entender la relación entre el gobierno, la esfera digital y una generación que cada vez participa más activamente en el espacio público.







