La reforma laboral que busca reducir la jornada de trabajo semanal de 48 a 40 horas en México ha comenzado a tomar forma. La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) anunció que presentará formalmente la iniciativa en el próximo periodo legislativo, como parte del compromiso del gobierno federal por mejorar las condiciones laborales en el país.
El proyecto contempla una implementación gradual, con el objetivo de que la jornada laboral de 40 horas sea una realidad para todos los trabajadores mexicanos a partir del año 2030. Para ello, se llevarán a cabo foros nacionales entre junio y julio de 2025, donde participarán representantes de trabajadores, empleadores, sindicatos y académicos. Estas mesas de diálogo buscan definir un esquema de aplicación que tome en cuenta el tamaño de las empresas y su capacidad de adaptación.
Según el plan preliminar, las grandes empresas tendrían hasta seis meses para ajustarse, mientras que las medianas, pequeñas y microempresas contarían con plazos de hasta tres años y medio, a fin de garantizar una transición ordenada y equitativa.
La iniciativa ha sido bien recibida por diversos sectores sociales, al considerarse un avance en los derechos laborales y una oportunidad para mejorar la calidad de vida de millones de trabajadores. No obstante, aún enfrenta retos legislativos y económicos que deberán ser abordados en el proceso de aprobación y aplicación.
Con esta reforma, México se alinearía con las recomendaciones internacionales en materia de trabajo digno, sumándose a otros países que ya han adoptado jornadas laborales más cortas sin afectar la productividad.