Stanley Fischer, una de las figuras más influyentes en la economía global de las últimas décadas, falleció este sábado a los 81 años, según informó el Banco de Israel. Su legado abarca tanto la academia como la política económica internacional.
Como académico, Fischer formó a generaciones de economistas en instituciones como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Chicago. Fue coautor del influyente manual Macroeconomía (1978) junto a Rudi Dornbusch. Entre sus alumnos destacan figuras como Ben Bernanke, Mario Draghi, Lawrence Summers, Kazuo Ueda, Olivier Blanchard y Maurice Obstfeld.
En el ámbito político, Fischer ocupó cargos de alto nivel: fue economista jefe del Banco Mundial, subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), vicepresidente de Citigroup, gobernador del Banco de Israel y vicepresidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. Durante su gestión en el FMI, enfrentó crisis financieras en México, Rusia, Brasil y Asia. Como gobernador del Banco de Israel, implementó políticas clave durante la crisis de 2008.
Fischer nació en Lusaka, Zambia, en 1943, y obtuvo su doctorado en Economía en el MIT en 1969. Su influencia en la política macroeconómica global es ampliamente reconocida. Olivier Blanchard, ex economista jefe del FMI, lo describió como un economista excepcional y un gran ser humano, destacando su ciencia, compromiso, honestidad y humildad al servicio de la humanidad.