La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, acusó desde la Casa Blanca a la presidenta Claudia Sheinbaum de “alentar más protestas” en Los Ángeles, vinculándola con la violencia ocurrida durante las manifestaciones contra las redadas migratorias.
Noem calificó las declaraciones de Sheinbaum como una incitación a disturbios, aunque reconoció que el derecho a protestar pacíficamente está protegido, y condenó cualquier forma de violencia.
Por su parte, Sheinbaum rechazó enérgicamente las acusaciones y las calificó de “absolutamente falsas”, aclarando que su postura ha sido siempre contraria a la violencia. La mandataria compartió en redes un video de su intervención en el cual enfatiza que la quema de patrullas y actos intimidatorios “no son formas legítimas de protesta”. También precisó que su llamado a “movilizarse” se refería a una reacción ciudadana frente al posible impuesto a las remesas, no a incitaciones a marchas violentas.
Sheinbaum hizo un llamado al diálogo y al respeto mutuo para corregir “este malentendido” entre México y Estados Unidos, mientras enfatiza su compromiso con una reforma migratoria integral y la legalidad en el apoyo a los migrantes.
Este incidente se da justo antes de la cumbre del G7 en Canadá, donde Sheinbaum podría sostener reuniones bilaterales clave con autoridades estadounidenses, en un contexto de creciente tensión diplomática por el tema migratorio.