La Cámara Nacional de la Industria del Vestido (CANAIVE) informó que el sector textil nacional reportó una contracción del 3.8 % en su valor agregado al Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del segundo trimestre del año, reflejando señales de estancamiento y retos estructurales en la industria.
Magnitud de la caída y contexto económico
Según CANAIVE, esta caída del 3.8 % corresponde a una comparación interanual, afectando tanto la rama textil como la de confección. El sector continúa mostrando vulnerabilidades, incluso tras los primeros signos de recuperación que se registraron a inicios de 2024 . Considerando que esta industria representa alrededor del 2.9 % al 3 % del PIB manufacturero, su retroceso incide directamente en el desempeño del conjunto de la industria mexicana.
Factores detrás del retroceso
CANAIVE atribuye este descenso a diversos elementos estructurales:
Presión de las importaciones: la entrada masiva de textiles y confecciones, sobre todo desde Asia o Estados Unidos, ha competido con la producción nacional.
Rezago tecnológico y baja escala de producción, lo que limita la productividad y competitividad frente a mercados extranjeros .
Costos elevados de energía e insumos, así como la incertidumbre cambiaria, complican la planificación a mediano plazo de las empresas del ramo.
Empleo y cadena de valor
El sector textil-confección emplea a alrededor de 1.2 millones de personas, de las cuales el 34 % labora formalmente. La caída en la actividad económica pone en riesgo este volumen de plazas, especialmente en regiones con elevada concentración de pequeñas y medianas empresas. También podría dificultar el mantenimiento de empleos femeninos, que representan un porcentaje importante en la industria.