Por: Redacción El Censal | Xalapa, Veracruz | 23 de Diciembre 2025
El Gobierno de Veracruz anunció esta semana que durante el primer año de la administración de Rocío Nahle García se han captado más de 4 mil 380 millones de dólares en inversiones privadas, distribuidos en diez proyectos considerados “estratégicos”. Pero ¿qué tan sólidos son estos anuncios? ¿Qué parte del monto ya está ejecutado y cuánto es promesa en papel?
Durante una conferencia de prensa, el secretario de Desarrollo Económico y Portuario, Ernesto Pérez Astorga, detalló que solo dos proyectos han sido inaugurados, mientras que otros dos “iniciarán operaciones en el corto plazo” y seis más “comenzarán obras a partir del próximo año”. Esta temporalidad difusa plantea dudas: ¿qué porcentaje del total ya está en marcha y cuánto depende de condiciones aún inciertas?
Entre los proyectos más destacados están la nueva Terminal 21 del Grupo CICE (7 mil millones de pesos), la planta de Constellation Brands en el sur del estado (23 mil 920 millones), y la ampliación de la planta de Nestlé (55 mil 520 millones). También figuran firmas como Bayer, Tyasa e Italpasta. No obstante, el comunicado oficial no precisa los tiempos de ejecución ni si estas inversiones provienen de nuevas capitalizaciones o reinversiones de utilidades ya establecidas.
Otro dato que despierta interés es el notable crecimiento de exportaciones veracruzanas a Alemania: de 1.1 millones de dólares en 2024 a 2.6 millones en 2025, impulsadas por productos como café verde y tubos de caucho vulcanizado. Aunque el incremento es significativo en términos relativos, representa un monto modesto dentro del comercio exterior nacional.
Desde una perspectiva crítica, algunos economistas advierten que anunciar montos globales de inversión sin detallar su fase de desarrollo puede inflar expectativas. “Hay una diferencia sustancial entre inversión comprometida, inversión anunciada e inversión ejecutada”, señala un analista del sector privado que pidió no ser citado por nombre. “Sin información granular sobre plazos y fuentes de financiamiento, es difícil evaluar el verdadero impacto económico”.
Además, la concentración en ciertos sectores —como la industria alimentaria y química— podría limitar la diversificación productiva regional, mientras que la falta de transparencia en incentivos fiscales y condiciones otorgadas a las empresas abre interrogantes sobre el costo real para el estado.
¿Estamos ante un cambio estructural en la economía veracruzana o frente a una narrativa política de alto impacto mediático? La respuesta dependerá de la capacidad de seguimiento y rendición de cuentas que el propio gobierno imponga a estos proyectos.
