La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó que su Índice de Precios de los Alimentos se situó en 127.7 puntos en mayo, un descenso mensual de 0.8 %. La baja se explica por reducciones en los precios internacionales de cereales (-1.8 %), azúcar (-2.6 %) y aceites vegetales (-3.7 %), impulsadas por cosechas abundantes en Argentina, Brasil y Estados Unidos, así como por mejores perspectivas de producción en la Unión Europea y el sudeste asiático. Pese al retroceso, el índice permanece 6 % por encima del nivel registrado en mayo de 2024, y otros rubros –carne (+1.3 %) y lácteos (+0.8 %)– continúan al alza. La FAO también prevé una producción mundial récord de cereales de 2 912 millones de toneladas para 2025, con un ligero repunte de las reservas globales.
Posibles repercusiones para Veracruz
Alivio parcial en costos de insumos agropecuarios
La caída de los precios del maíz y otros granos reduce los gastos de alimentación de las cadenas porcícola, avícola y ganadera del estado, lo que podría contener futuras presiones inflacionarias sobre carne, huevo y lácteos.
Presión a productores cañeros y al sector azucarero
El descenso de 2.6 % en el azúcar se traduce en menores ingresos potenciales para los más de 80 000 productores de caña veracruzanos y para los ingenios locales, que aportan cerca del 35 % del azúcar nacional. Una prolongación de esta tendencia implicaría ajustar márgenes y programas de apoyo.
Impacto en precios al consumidor
De mantenerse la baja en aceites vegetales, podrían moderarse los precios de aceites comestibles y alimentos procesados. En contraste, el repunte en lácteos y carne podría limitar la transmisión total de la disminución al índice estatal de precios al consumidor.
Logística portuaria y comercial
El Puerto de Veracruz, principal punto de entrada de granos y oleaginosas, podría beneficiarse de mayores volúmenes ante la expectativa de producción récord global y precios más competitivos, incentivando importaciones para la agroindustria regional.
El ajuste a la baja en los precios internacionales de cereales, azúcar y aceites ofrece a Veracruz un respiro en los costos de varios insumos clave, pero también plantea retos para las ramas productivas que dependen de precios altos de materias primas –en especial la caña de azúcar– y mantiene la vigilancia sobre carnes y lácteos, cuyos valores continúan en ascenso.