

"Liberalismo económico histórico de México como estrategia actual en “pentahélice” para superar dificultades de la nación"
Un gran maestro Jesús Reyes Heroles; en su magnífica obra el liberalismo mexicano que cuenta con tres tomos publicados por el fondo de cultura económica, entre importantes temas que aborda y hacen notar que los grandes logros de México como nación provienen, en gran medida, de su espíritu fundado en el liberalismo.
Esto es así desde la Independencia, con la constitución de Apatzingán y su profundo contenido jurídico-político democrático fundado en liberalismo de la época, igualmente influenciado con las ideas de José María Morelos I. Pavón de identificación de la patria con el liberalismo; en que la patria no será libre mientras no se reforme el gobierno “sustituyendo lo liberal con el liberalismo mexicano”. Esto quiere decir; que no es la constitución y las leyes españolas, sino una idea propia de nación, la que hará verdaderamente libre a la patria, como una única nación independiente.
Liberalismo económico implica entonces, en términos de aquella época pero también modernos; autosuficiencia alimentaria, soberanía en el abasto de todo lo necesario para la vida como son; alimento, vestido, vivienda, educación, salud y sano esparcimiento.
La constitución política de 1917 en su artículo 25; establece con claridad que son el sector público, privado y social los que contribuyen al desarrollo económico de la nación, que tanto actividad económica como los mecanismos para la expansión de la organización social, con equidad y sostenibilidad; garantizan la soberanía y la auténtica democracia. Esto último, el poder del pueblo; por endeproviene de la actividad socioeconómica, productiva sostenible y equitativa; no de la partidocracia que es una reducción burda y perversa de la democracia; que avasalla a los sectores social (que históricamente tiende a sobre-representar) y privado (que tiende históricamente a favorecer o desfavorecer radicalmente).
La soberanía en el abasto de todo lo necesario para la vida, antes mencionado, posee un elemento que se relaciona con todos los demás; que no solo los influye y mejora, sino que los determina, se trata de la educación, y más específicamente nos referimos a la educación superior, de dónde provienen los especialistas, técnicos-científicos, capaces de brindar las soluciones más innovadoras que requiere el mundo actual.
Las soluciones en el abasto de alimentos, vestida, vivienda, e incluso para el sano esparcimiento, sin ciencia y con-ciencia (ética); no significan nada, ni logran nada. La partidocracia, no sólo por el gasto excesivo que representa tanto el presupuesto para los partidos políticos cómo en el uso gubernamental del presupuesto y el personal para el proselitismo electoral, siempre negado por todos los partidos sin excepción y efectuado por todos también sin excepción en mayor o menor medida; son evidencia de la falta de ciencia y conciencia, cuyo debate amerita un tratado extenso que me atrevo a resumir en estas pocas líneas sin temor a que la esencia se pierda de ese enorme documento de acuerdo nacional pendiente.
El liberalismo económico como estrategia de desarrollo y avance en colectividad en México; en tiempos del segundo periodo de la presidencia de Donald Trump, implica por una parte fundamental el acuerdo nacional cuya estructura bien podría tener un buen inicio en el Plan México presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum; pero cuya óptima operatividad y correcta ejecución depende de que sea realizada desde la ciencia y la conciencia, no desde la cuasi-lógica de gobiernos subnacionales distrito-partidista en campaña permanente. El liberalismo económico, pese a su cercanía con el pensamiento liberal partidista, sostiene profundas diferencias técnico-operativas, esto es;simbólicamente el primero es un instrumento quirúrgico como el bisturí, mientras que el segundo es más parecido a un desarmador o un martillo, por lo que las herramientas no pueden utilizarse de manera indistinta, aún cuando en el México del siglo XXI permanezcan algunas de estas prácticas indistintas entre liberalismo económico y partidos liberales.
En suma; el liberalismo económico es una herramienta exitosa históricamente probada en México y otras naciones, tanto como un modo de gobierno nacional como subnacional, que requiere de expertiz y conocimiento, de técnica y destreza; es potencialmente una solución estratégica nacional para afrontar la situación imperante e imperialista que recorre al mundo, pero que se ejecuta a nivel subnacional para tener éxito; conducida por el gobierno; pero ejecutada por otros actores de la sociedad que podemos agrupar en cinco grandes actores o “pentahélice”:Gobierno en sus sub-niveles; Empresas, sus cámaras o clubes; Sociedad civil organizada; Artesanos, emprendedores y otras microempresas; y la Educación Superior e Investigación Académica; siendo la última aspa de la pentahélice la capaz de trascendencia y continuidad tras sexenal, operativo-científica y de resguardo de la valiosa información; hechas planeación, evaluación y seguimiento; para el desarrollo desde el liberalismo mexicano.
Darío Fabian Hernández González
Investigador Académico en el Instituto de Investigaciones en Estudios superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la Universidad Veracruzana.