En abril de 2025, México experimentó una pérdida de 47,442 empleos formales, marcando su peor desempeño para ese mes desde la pandemia de 2020, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esta disminución representa una contracción mensual del 0.2% y se atribuye en parte al efecto estacional de la Semana Santa, que suele impactar temporalmente la actividad económica.
Sin embargo, analistas señalan que factores estructurales también contribuyen a esta caída. Sectores clave como la transformación y la construcción, así como estados con fuerte presencia manufacturera, registraron pérdidas significativas de empleo. Además, el contexto internacional, especialmente las políticas proteccionistas implementadas durante los primeros 100 días del mandato del presidente estadounidense Donald Trump, ha generado incertidumbre en el comercio y la inversión, afectando la generación de empleo en México.
A pesar de este retroceso, el empleo formal en México mostró un crecimiento interanual del 0.2% en los primeros cuatro meses de 2025, con la creación de 179,289 nuevos puestos de trabajo. No obstante, esta cifra es inferior al mínimo histórico registrado en 2005, cuando se crearon 219,000 empleos en el mismo periodo.
Las perspectivas para el resto del año son moderadamente optimistas, con una expectativa de generación de entre 200,000 y 350,000 puestos formales al cierre de 2025. Sin embargo, la incertidumbre económica tanto global como local continúa afectando las decisiones de inversión de las empresas, lo que podría influir en la recuperación del empleo en los próximos meses.
