En un entorno de mayores controles fiscales y cargas impositivas sobre las transferencias monetarias desde Estados Unidos a México, las empresas de retail Coppel y Elektra han impulsado una modalidad denominada “remesas en especie”. Esta consiste en que migrantes adquieran productos desde el extranjero que son enviados directamente a sus familias en territorio nacional, evitando así procedimientos formales de envío de dinero en efectivo.
De acuerdo con datos del Banco de México, en 2024 dicho país recibió remesas por un valor de 64,745 millones de dólares, casi en su totalidad procedentes de Estados Unidos. Frente a esto, las plataformas de e-commerce crean una vía para enviar valor económico en forma de bienes duraderos—desde electrodomésticos hasta muebles y ropa—sin recurrir al flujo monetario tradicional que podría ser sujeto a impuestos o a trámites adicionales.
Contexto fiscal y operativo
La introducción del impuesto del 1 % en remesas en efectivo —medida incluida en la ley de presupuestos de Estados Unidos en 2018—, ha incentivado a las familias a explorar alternativas más eficientes y seguras. Si bien su impacto económico puede ser marginal según el Instituto para el Desarrollo en el Exterior, dicho gravamen podría llevar a los remitentes a optar por caminos no convencionales, incluso riesgosos, para evadir costos.
En medio de este contexto, el modelo transfronterizo de remesas en especie representa una ventaja logística, financiera y de seguridad. Se trata de entregar un bien tangible en lugar de dinero, lo que elimina la necesidad de casas de cambio, intermediarios y procesos bancarios adicionales.
Las estrategias de Elektra y Coppel
Grupo Elektra, perteneciente al Grupo Salinas, fue pionero en este formato desde 2018, cuando lanzó la opción de comprar directamente desde su portal web en Estados Unidos y recibir el envío en dirección mexicana, con pagos a través de tarjetas Visa, MasterCard, Discover y PayPal . Aunque no proporcionó cifras actualizadas, ha mencionado que el 5 % del tráfico digital de su sitio proviene de Estados Unidos.
Elektra también vincula esta modalidad con su oferta financiera: la apertura de cuentas vinculadas y envío de remesas desde dichas cuentas, lo que exonera al usuario del impuesto del 1 % y refuerza su inclusión financiera. Su posición es favorecida por su infraestructura logística y centros de distribución, que le confieren ventajas operativas significativas.
Por su parte, Grupo Coppel no cuenta con tiendas en Estados Unidos, pero ha integrado esta estrategia mediante su plataforma de comercio electrónico y su nueva billetera digital AccessMás. Los consumidores pueden comprar en dólares desde EE. UU. y recibir los productos en México. AccessMás facilita el envío desde el extranjero y permite gestionar los recursos directamente desde una app, incorporando servicios similares a una cuenta bancaria.
Beneficios y retos
Entre las ventajas, el modelo ofrece seguridad, al evitar canales informales y el riesgo de fraudes o robos; costos reducidos, al omitir intermediarios financieros; certidumbre logística, gracias a entregas garantizadas; e impulsa la inclusión financiera, particularmente cuando se utiliza una cuenta o tarjeta vinculada. También, según analistas, fortalece la estrategia digital y transfronteriza de estas empresas.
No obstante, existen desafíos. Las remesas globales muestran cierta desaceleración: en mayo, las remesas sumaron 5,360 M USD, un descenso de 4.6 % anual y el primero en mayo desde que se tiene registro. Esto podría afectar el volumen de compras en especie. Además, no se dispone de datos sobre la porción del comercio de remesas en especie dentro de las ventas totales.
Para Coppel, la sustanciación del modelo dependerá de su capacidad para convertir a clientes en usuarios de la app AccessMás y consolidar envíos transfronterizos; para Elektra, será clave ampliar su presencia digital en Estados Unidos y escalar su infraestructura logística.
Perspectivas
Este enfoque busca transformar el tradicional canal de envío de dinero en uno de bienes, con implicaciones fiscales y logísticas pronunciadas. Las remesas en especie se perfilan no solo como una respuesta a las cargas fiscales transfronterizas, sino también como una innovación en la relación migrante‑familia, que aprovecha el poder del comercio electrónico y las fintech.
Si bien todavía es una práctica incipiente, el creciente interés abre oportunidades para expandir infraestructura e inclusión financiera, al tiempo que reduce riesgos asociados a métodos informales. El éxito de este modelo dependerá de su escalabilidad, aceptación entre los usuarios y evolución del entorno regulatorio binacional.