La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, anunció que la tarifa mínima para el servicio de taxi en la ciudad de Xalapa quedará establecida en 14 pesos, mientras que la máxima se fijará entre 24 y 26 pesos, de acuerdo con las zonas de destino y recorrido. La mandataria advirtió que los concesionarios que incumplan con los nuevos lineamientos podrían enfrentar la revocación de su concesión.
Durante una conferencia de prensa, Nahle argumentó que esta decisión responde a la estabilidad en el precio de los combustibles, particularmente de la gasolina, lo cual —según señaló— elimina cualquier justificación para un alza en las tarifas del transporte público individual. “No vamos a permitir abusos en contra de la población”, dijo la gobernadora, enfatizando que el control tarifario busca proteger la economía familiar, especialmente en sectores que dependen del taxi como su principal medio de transporte.
Reacciones mixtas entre usuarios y transportistas
La medida generó reacciones encontradas entre los distintos sectores involucrados. Usuarios celebraron la fijación de una tarifa mínima clara, pues señalan que en la práctica se han llegado a pagar trayectos cortos por montos superiores a 30 pesos, sin una regulación visible. Para muchos, el anuncio podría reducir la discrecionalidad y brindar mayor certidumbre en los cobros.
Sin embargo, organizaciones de taxistas y analistas del sector transporte han expresado preocupaciones. De acuerdo con representantes del gremio, una tarifa mínima de 14 pesos podría no ser sostenible ante el aumento de otros insumos como refacciones, servicios de mantenimiento y la inflación acumulada de los últimos años. Alegan además que los costos operativos van más allá del precio de la gasolina, incluyendo pagos por derechos, seguros y amortización del vehículo.
Posibles distorsiones económicas
Analistas consultados advierten que la medida podría derivar en distorsiones económicas, especialmente si no se acompaña de una revisión integral de la estructura de costos del servicio. Algunos expertos señalan que imponer tarifas mínimas y máximas sin considerar factores como la distancia promedio, demanda por zona, tipo de unidad, o horarios, podría llevar a efectos contraproducentes: desde una reducción en la calidad del servicio hasta una menor oferta de unidades en horas o zonas poco rentables.
También se ha cuestionado el impacto que podría tener esta política sobre las plataformas de transporte por aplicación, que operan con esquemas tarifarios dinámicos y que no estarían sujetos a los mismos lineamientos. Esto podría generar un desequilibrio competitivo entre taxis tradicionales y servicios digitales.
Supervisión y seguimiento
Ante estas inquietudes, el gobierno estatal informó que se llevará a cabo un monitoreo continuo del cumplimiento tarifario, a través de operativos aleatorios en diferentes puntos de Xalapa. Asimismo, se espera que en los próximos días se publique un tabulador oficial y visible para unidades concesionadas, además de una campaña de difusión para que los ciudadanos conozcan sus derechos y las tarifas autorizadas.
Finalmente, la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) y la Dirección de Transporte del Estado indicaron que se analizará el comportamiento del mercado en los próximos tres meses, a fin de evaluar la necesidad de ajustes posteriores que garanticen un equilibrio entre viabilidad operativa y accesibilidad para los usuarios.